El gobierno de La Habana y las autoridades de los Servicios Comunales de la capital han recurrido al uso de reclusos para abordar la creciente crisis de recolección de basura en la ciudad, debido a la escasez de personal para estas tareas.
Onelio de Jesús Ojeda, director provincial de Servicios Comunales de La Habana, admitió en un reportaje de la Televisión Cubana la grave situación higiénico-sanitaria causada por la acumulación de desechos. Explicó que la «inestabilidad de la fuerza de trabajo» ha llevado a la necesidad de emplear a «un grupo importante de reclusos y sancionados», quienes se han convertido en una parte esencial de la fuerza laboral, dada la plantilla incompleta que actualmente solo alcanza el 68%.
Odalis Acosta, directora de la empresa provincial de Higiene Comunal, señaló que el salario promedio de los trabajadores de la empresa es de aproximadamente 3,500 pesos, lo que representa un desafío significativo, ya que los trabajadores necesitan una remuneración adecuada por su labor.
El reportaje televisivo no proporcionó detalles adicionales sobre las condiciones de trabajo de los reclusos, como las horas de trabajo, el salario o las contraprestaciones que reciben.
Actualmente, solo se recoge el 68% de los desechos generados diariamente en La Habana, dejando entre 4,000 y 5,000 metros cúbicos de basura sin recoger cada día, especialmente en los municipios periféricos de la capital.
La falta de personal no es el único problema; la escasez de piezas de repuesto para los vehículos de los Servicios Comunales también contribuye a la acumulación de basura. Más de 200 equipos, incluyendo 63 camiones colectores y 174 camiones de boteo, están fuera de servicio por diversas razones. Las piezas más escasas son neumáticos y baterías, aunque también faltan otras partes esenciales.
Alexis Luzardo, empleado de una bodega en La Habana, expresó su frustración a la Televisión Cubana, señalando que a veces la basura no se recoge durante días, acumulándose rápidamente y empeorando la situación.