Un migrante cubano, que había solicitado ayuda para regresar a su país, falleció en circunstancias aún no esclarecidas en la estación migratoria Siglo XXI, ubicada en Tapachula, Chiapas, México. Esta estación es conocida por ser la más grande de Latinoamérica en su tipo.
El Instituto Nacional de Migración (INM) de México informó que el ciudadano cubano, identificado como Luis Enrique Méndez Romero, de 55 años, se presentó voluntariamente en la estación el 14 de noviembre. Su intención era solicitar asistencia para un retorno asistido a Cuba. Según el INM, Méndez Romero fue sometido a un examen médico al ingresar al centro, donde no se reportaron problemas de salud ni enfermedades.
Sin embargo, entre la noche del miércoles y la mañana del jueves, el migrante comenzó a presentar malestares. A pesar de ser atendido por el personal de la estación y trasladado de urgencia a un hospital cercano, lamentablemente falleció. La causa exacta de su muerte aún no ha sido determinada.
Este incidente ha generado preocupación y críticas por parte de organizaciones no gubernamentales y activistas que defienden los derechos de los migrantes. Estas entidades han denunciado repetidamente las condiciones inadecuadas y de hacinamiento en la estación Siglo XXI. Luis García Villagrán, activista de la ONG Centro de Dignificación Humana AC, ha condenado la muerte del cubano, alegando negligencia por parte del personal migratorio.
Este trágico suceso se suma a una serie de tensiones y protestas en la estación migratoria. En octubre, un grupo de 20 cubanos inició una huelga de hambre en protesta por las malas condiciones y el aislamiento en el centro. Esta protesta llevó a la liberación de los migrantes para evitar un posible motín.
La muerte de Méndez Romero pone de relieve los desafíos y riesgos que enfrentan los migrantes en su búsqueda de mejores condiciones de vida, así como la necesidad urgente de mejorar las condiciones y el trato en las estaciones migratorias.