El 19 de noviembre marcará la entrada en vigor de nuevas regulaciones del Ministerio de Finanzas y Precios de Cuba, afectando directamente a las operaciones aduaneras en el país. Estas nuevas disposiciones se centran en la implementación de la Resolución N° 232 de 2023 del MFP, que establece las tarifas en pesos cubanos para los servicios técnicos productivos ofrecidos por la Aduana General de la República. Esta normativa es de gran relevancia para personas naturales y jurídicas que interactúan con los servicios aduaneros.
Publicada en el Boletín Oficial de Cuba en octubre pasado, esta nueva resolución reemplaza a la Resolución No. 38 de 2021 del mismo ministerio. Sin embargo, se mantendrá el cobro de los servicios que hayan sido facturados antes de la entrada en vigor de la nueva resolución, incluso si estos concluyen después de su implementación. Esto también aplica a los servicios que estén en proceso de prestación, siempre y cuando hayan comenzado antes de la fecha estipulada, según lo establecido en la Resolución 38 del 16 de marzo de 2021.
Los servicios aduaneros afectados por esta nueva tarificación incluyen una variedad de operaciones. Entre ellas, se encuentran las operaciones de importación y exportación no comerciales, la inspección de vehículos, y el despacho de pertenencias personales. Estos servicios son esenciales para el movimiento de bienes y personas dentro y fuera de Cuba.
En cuanto a las tarifas específicas, la resolución detalla que el servicio de despacho no comercial para personas físicas incluye el manejo de equipajes acompañados y no acompañados, envíos por diversos medios, menajes de casa, franquicias, entre otros. Es importante destacar que, aunque ciertos artículos puedan estar exentos de derechos aduaneros, esto no exime del pago por los servicios de despacho no comercial.
En el caso particular del servicio de inspección vehicular, este se aplica a las personas que están autorizadas para importar vehículos y tiene un costo de 300 CUP. Esta tarifa es relevante para aquellos que buscan importar vehículos a Cuba, ya sea para uso personal o comercial.
Estas nuevas disposiciones representan un cambio significativo en la estructura de tarifas y en la manera en que los servicios aduaneros se cobran en Cuba, afectando tanto a ciudadanos como a empresas que dependen de estos servicios para sus operaciones diarias.