Un material audiovisual difundido por el medio independiente Cubanet documentó el instante en que inspectores y efectivos policiales en La Habana impusieron sanciones y exigieron a trabajadores por cuenta propia la reducción del precio de los frijoles que comercializaban, en medio de protestas de los ciudadanos presentes.
El video registra las voces de un hombre narrando los hechos, de la multitud expresando su descontento en la fila, y de las autoridades enfrascadas en un acalorado intercambio con los vendedores, en un ambiente de confusión y desesperación que se está volviendo cada vez más habitual en la isla, sumida en una profunda crisis estructural.
Se ha dado a conocer que, en un reciente operativo de fiscalización, inspectores del estado cubano aplicaron multas que alcanzaron los 8,000 pesos a negocios estatales y privados, enfocados principalmente en la comercialización de alimentos, como parte de una segunda ronda de controles de precios al detalle en la capital, medida que las autoridades aseguran busca «beneficiar a la población».
Una nota oficial divulgada en el sitio web del Ministerio de Finanzas y Precios detalló que durante los días 4 y 5 del presente mes, se establecieron sanciones monetarias que oscilaron entre los 500 y los 8,000 pesos a «entidades estatales y privadas, sobre todo en la venta de productos alimenticios».
Esta iniciativa gubernamental, que según el anuncio busca «continuar con la corrección de las irregularidades identificadas en la revisión de agosto», ha encontrado respaldo en una parte de la población, especialmente entre los sectores más desfavorecidos como los ancianos, cuyo poder adquisitivo se ve mermado frente al continuo incremento de los precios de bienes esenciales, en especial los alimentos.
No obstante, estas campañas gubernamentales no parecen ofrecer una respuesta efectiva al problema de la inflación y el aumento sostenido de los precios en el país.