El asesinato de Esteban Zorrilla, un joven maestro cubano de matemáticas, ha conmocionado a la comunidad de Guamá en la provincia de Santiago de Cuba. El trágico suceso, que tuvo lugar este domingo, ha dejado un vacío en el corazón de estudiantes, colegas y familiares, y ha encendido una vez más el debate sobre la violencia y la seguridad en la isla.
Esteban, de tan solo 24 años, no solo compartía su pasión por las matemáticas con sus alumnos de décimo grado, sino que también estaba enriqueciendo su propia educación estudiando medicina en la Universidad de Ciencias Médicas de Santiago de Cuba, Facultad No. 1. Su vida, llena de promesas y dedicación al servicio de la educación, fue abruptamente interrumpida cuando fue apuñalado en un acto de violencia motivado por el robo.
La noticia de su muerte fue difundida por Saúl Manuel en redes sociales, donde la comunidad cubana expresó su dolor y consternación. Las reacciones no se hicieron esperar, y muchos usuarios de Facebook expresaron su tristeza y exigieron justicia para Esteban. Milagros Jorge, en un emotivo mensaje, pidió que desde el cielo Esteban cuide de su familia y aseguró que quien cometió este acto pagará por sus acciones.
El asesinato de Esteban se suma a una serie de incidentes violentos que han sacudido a Cuba recientemente. Estos hechos han puesto en tela de juicio la capacidad de las autoridades para proteger a sus ciudadanos y mantener el orden público. La percepción de inseguridad y la impunidad que parece rodear a estos casos han generado una creciente preocupación entre la población.
La comunidad educativa, en particular, siente la pérdida de uno de sus jóvenes miembros con un futuro prometedor. La violencia que ha arrebatado la vida de Esteban es un recordatorio sombrío de los desafíos que enfrenta la sociedad cubana, donde la seguridad de sus ciudadanos debería ser una prioridad.
Mientras tanto, la policía, según reportes de la comunidad, parece centrarse más en la intimidación que en la protección del pueblo. Este enfoque ha sido objeto de críticas y ha llevado a un clamor por cambios que aseguren la seguridad y la justicia para todos los cubanos.