La búsqueda de una vida mejor lleva a muchos cubanos a anhelar la oportunidad de emigrar a Estados Unidos. Con la península de Florida a tan solo 90 millas de distancia, esta nación se ha convertido en un faro de esperanza para la diáspora cubana. Sin embargo, los desafíos y obstáculos en el proceso de inmigración son una realidad que no debe pasarse por alto.
En la actualidad, existen varios canales legales para buscar refugio en los Estados Unidos, como el programa de parole humanitario, la Lotería de Visas y la solicitud de asilo en la frontera estadounidense con México mediante la aplicación CBP One. En la mayoría de estos casos, los cubanos son aceptados con un parole que les permite, después de un año y un día, ajustar su estatus migratorio para obtener la residencia permanente.
Sin embargo, en medio de la desesperación, aún hay quienes intentan cruzar la frontera estadounidense de forma ilegal. Para entender mejor esta situación, el periodista Daniel Benítez se sumergió en el análisis de las estadísticas oficiales proporcionadas por la Oficina de Aduana y Protección Fronteriza (CBP) junto a un abogado. Su objetivo era cuantificar la probabilidad de que un cubano que cruce ilegalmente pueda obtener parole.
El examen detallado de los datos comprendidos desde octubre de 2022 hasta septiembre de 2023, es decir, durante el año fiscal 2023, revela un panorama desalentador para aquellos migrantes que no cumplen con las leyes impuestas por la actual administración demócrata de Joe Biden.
Haciendo una retrospección, en noviembre de 2022, de las 138,690 personas detenidas bajo el Título 8, se otorgó parole a 90,495 de ellas. No obstante, al finalizar el año fiscal en septiembre de 2023, el número de paroles otorgados se redujo significativamente, de acuerdo con las cifras proporcionadas por la Patrulla Fronteriza.
Este marcado descenso coincide con la eliminación del Título 42 en mayo pasado, una política que permitía la expulsión automática de migrantes sin ningún proceso de asilo debido a la emergencia sanitaria. Con la derogación de esta política, la emisión de Notices to Appear y los I-220A, documentos que ofrecen la posibilidad de permanecer en el país bajo ciertas condiciones, ha aumentado de manera significativa.
Para aquellos que hayan sido deportados previamente, las penalidades son severas. Al intentar regresar ilegalmente a los Estados Unidos, podrían enfrentar una sanción que los excluye del país durante un período de 10 años, según lo establecido en la sección 2-21(a)(9)(C). Este escenario es común entre los cubanos que han sido deportados en el pasado y buscan reingresar al país.
Los datos mencionados surgen en medio de intensos debates sobre la política migratoria de Estados Unidos y su impacto en la comunidad cubana. Estas estadísticas no solo reflejan cambios en la administración de la justicia migratoria, sino que también destacan la importancia de contar con asesoría legal adecuada para aquellos que buscan nuevas oportunidades en suelo estadounidense.