El misterio de los paroles para cubanos con I-220A: ¿Una estrategia secreta de la administración Biden?

Redacción

En los últimos dos años, casi 300,000 cubanos han cruzado la frontera de manera ilegal y han recibido un documento conocido como I-220A. Este hecho ha desencadenado una tendencia en la que algunos de estos cubanos están obteniendo parole sin haberlo solicitado, y el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) aparece como remitente de estos documentos. ¿Qué hay detrás de esta sorprendente situación?

El abogado experto en inmigración, Willy Allen, comparte su teoría sobre este enigmático procedimiento, el cual parece ser parte de una estrategia estratégica por parte de la administración de Joe Biden para abordar la compleja situación de los cubanos que han llegado a los Estados Unidos en los últimos dos años y que poseen una I-220A.

Estos paroles, que están llegando de manera aparentemente aleatoria, han comenzado a llegar de forma constante, lo que ha llevado a especulaciones sobre la razón detrás de esta tendencia. Según Allen, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) está enfrentando limitaciones logísticas importantes, como la falta de jueces y tiempo en los tribunales para abordar la gran cantidad de casos relacionados con los I-220A.

El abogado argumenta que una solución lógica sería aceptar que el I-220A es un parole y legalizar a quienes lo poseen. Sin embargo, sugiere que las autoridades podrían estar tomando medidas intermedias, enviando paroles temporales retroactivos de un año a personas que esperan entrevistas con el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS) o su residencia permanente.

A pesar de la aparente regularidad en la llegada de estos paroles, Allen reconoce que desconoce los criterios utilizados por las autoridades para su envío. Esto ha llevado a un misterio en torno a quiénes son seleccionados para recibirlos.

Entonces, ¿qué sucederá con aquellos cubanos que tienen I-220A y una fecha de corte pendiente? Allen sugiere que, con el tiempo, es probable que surja una solución administrativa para este grupo. Especula que, eventualmente, USCIS y el DHS podrían reconocer que el I-220A es un documento equivalente a un parole y que, por lo tanto, se les brindará una vía hacia la legalización.

Allen fundamenta su argumento en datos concretos, señalando que la cantidad de personas con I-220A que han llegado a los Estados Unidos en los últimos dos años es tan abrumadora que la programación de audiencias en los tribunales se ha vuelto prácticamente imposible. Citando ejemplos con fechas de corte programadas para 2026 y 2027, Allen destaca que estas fechas son inalcanzables y que es poco probable que se celebren juicios en un plazo razonable.

En última instancia, el abogado confía en que habrá una solución para los cubanos con I-220A, de manera similar a como ocurrió en el pasado con los venezolanos. La incertidumbre que rodea este tema plantea interrogantes sobre cómo se desarrollará el proceso y cuál será el destino de estos cubanos en busca de un estatus legal en los Estados Unidos.