Las autoridades han tomado una decisión firme a raíz de un incidente que tuvo lugar en el Centro Cultural Máxim Rock de La Habana, según un comunicado del ICM publicado en Facebook. Durante una fiesta de Halloween en dicho centro cultural, se premió a un individuo que vestía un disfraz de militar nazifascista. Este acto causó inmediata indignación y repudio en redes sociales y denuncias directas a funcionarios gubernamentales.
Dada la seriedad del asunto y la aparente falta de prevención por parte de la institución, se ha decidido cerrar temporalmente el centro hasta que se realice una investigación completa, se analicen los hechos y se tomen las medidas disciplinarias correspondientes. El comunicado señala que este tipo de incidentes, que contradicen la política cultural de la Revolución Cubana, son inaceptables y recibirán una respuesta enérgica. Además, resalta el compromiso del ICM con la promoción de diversos géneros musicales, incluido el rock, y confían en que la comunidad rockera también repudiará este incidente.
En un grupo oficialista de Facebook, Angela María Callis Vicente expresó su indignación por el incidente y cuestionó la responsabilidad y decencia del centro cultural. Instó a tener controles más estrictos sobre los contenidos culturales y criticó la percepción de impunidad de algunas entidades. Recordó un incidente similar del año anterior en el que jóvenes se disfrazaron de miembros del Ku Klux Klan.
El debate se extendió a la propia celebración de Halloween en Cuba, con medios oficiales criticando la festividad como una manifestación de colonización cultural y cuestionando su pertinencia en el contexto cubano.