La noticia de que la provincia de Sancti Spíritus, en Cuba, dispondrá de café de la canasta básica familiar normada hasta diciembre ha sido recibida con satisfacción por los residentes. Sin embargo, la revelación sobre las pruebas de calidad realizadas ha sorprendido a muchos.
El director de la Unidad Empresarial de Base (UEB) Torrefactora de Sancti Spíritus, Ricardo Pérez Pérez, en entrevista para el medio Escambray, detalló el proceso de calidad al que se somete el café, incluyendo pruebas para evitar explosiones en las cafeteras criollas, las más utilizadas en los hogares cubanos. Estas pruebas garantizan que el producto no obstruirá estos dispositivos, evitando accidentes domésticos que pueden resultar graves. El laboratorio cuenta con estas cafeteras y catadores que verifican la calidad del producto.
Sin embargo, el café vendido a la población no es 100% puro; se mezcla con chícharo en una proporción del 50%. Aunque no es el café ideal, sigue siendo muy demandado dada su tradición en la cultura cubana.
Cuba ha enfrentado dificultades en la producción de café en los últimos tiempos. En 2020, una cubana denunció en redes sociales un accidente causado por una cafetera, subrayando la necesidad de control de calidad en la producción. Además, problemas con la producción y distribución del café se hicieron evidentes a mediados de 2021, cuando localidades no recibieron café durante meses. A pesar de los esfuerzos del gobierno cubano por alcanzar la autosuficiencia en la producción de café, ha tenido que gastar millones en importaciones, mientras que el café producido localmente se exporta.
La Tarea Ordenamiento, una reforma económica integral, ha tenido un impacto negativo en las empresas estatales cafetaleras. Las empresas han estado generando pérdidas económicas durante varios años. Además, los medios estatales no han proporcionado detalles claros sobre la producción y ganancias de café destinado a la exportación, ni sobre la declinante productividad del café para el consumo interno.
A raíz de la escasez de café, los cubanos han buscado alternativas, como una infusión hecha con «platanillo». Una residente de Holguín explicó al medio independiente Cubanet cómo se prepara y mencionó que es lo que ofrecen a los niños para el desayuno antes de ir a la escuela.
