La situación alimentaria en ciertas escuelas de Santiago de Cuba ha suscitado preocupaciones y críticas por parte de los ciudadanos. Una madre denunció recientemente en un grupo de Facebook de la provincia que en el seminternado Abel Santamaría, en el poblado Caney, el almuerzo proporcionado a los niños constaba únicamente de arroz y boniato.
La ciudadana destacó la incongruencia de servir una comida tan escasa a los estudiantes, quienes están en un proceso académico intenso. Lamentó el desperdicio de alimentos que ocurre en los hoteles y sugirió que esos recursos se dirijan a las escuelas.
Otros ciudadanos se sumaron al reclamo, indicando que esta situación no es exclusiva de una escuela en particular. Varias personas comentaron sobre experiencias similares en otras instituciones educativas de la zona.
Una trabajadora escolar señaló la triste realidad de observar a niños que, ante la falta de recursos en sus hogares y la pobre calidad del alimento proporcionado, simplemente optan por no comer. Hizo un llamado a ser más empáticos y cuidadosos con la comida que se les da a los niños, enfatizando que se merecen comida de mejor calidad y en cantidad suficiente.
Otra madre sugirió la posibilidad de permitir a los padres recoger a sus hijos al mediodía para que puedan almorzar en casa. Se quejó de que, en su experiencia, las autoridades escolares no permiten esta práctica, aunque observó que ciertos padres «privilegiados» pueden hacerlo sin inconvenientes.
Las denuncias reflejan una preocupación generalizada por el bienestar de los estudiantes y plantean interrogantes sobre la equidad y la calidad de la alimentación en las instituciones educativas de la región.
