La situación financiera en Cuba se complica a medida que el mercado negro de divisas continúa creciendo. Una ciudadana cubana fue recientemente arrestada en la provincia de Sancti Spíritus debido a su implicación en operaciones de compra y venta de divisas. Si bien no se divulgó su identidad, se sabe que operaba desde su hogar, que funcionaba como una casa de cambio no oficial. Esta actividad la difundía a través de redes sociales y aplicaciones de mensajería, ofreciendo la compra y venta de divisas.
El procedimiento era simple: las personas le entregaban efectivo en moneda nacional (CUP) y ella realizaba el intercambio por moneda libremente convertible o al revés. Para llevar a cabo estas operaciones, contaba con colaboradores que retiraban grandes cantidades de dinero de los cajeros automáticos, lo que agotaba rápidamente la disponibilidad de la moneda nacional en estos dispositivos.
Al momento de la detención, la policía confiscó varios equipos, entre ellos dos máquinas contadoras de dinero que contenían registros digitales de las transacciones, facilitando la evidencia de sus operaciones. También se encontraron 10 tarjetas magnéticas y una libreta en la que registraba todas sus transacciones. Durante la investigación inicial, se descubrió que la mujer también ofrecía servicios de entrega a domicilio para la compra o venta de divisas.
Este tipo de actividad ilegal ha crecido debido a la escasa disponibilidad de divisas en entidades bancarias estatales, las únicas autorizadas para manejar divisas en el país. Durante el año 2022, en la provincia de Camagüey, más de 200 personas fueron reportadas por estafas relacionadas con transacciones electrónicas, la mayoría vinculadas al mercado negro de divisas.
A pesar de estos intentos por regular el mercado financiero, el valor de las divisas en Cuba sigue en aumento. Según el medio independiente elToque, para este 26 de octubre, el dólar se cotizaba a 253 CUP en el mercado informal, mientras que el euro y la moneda libremente convertible (MLC) se valoraban en 260 y 230 pesos, respectivamente.
El crecimiento de este mercado negro pone de manifiesto las dificultades económicas que enfrenta el país y la necesidad de una reforma financiera que brinde mayor acceso y transparencia a sus ciudadanos.
