Díaz-Canel se reúne en La Habana con asesores del Gobierno ruso para escuchar sus “consejos” sobre economía y las negocios privados

Redacción

El líder Miguel Díaz-Canel sostuvo una reunión con el asesor ruso para reformas en Cuba, Boris Yurievich Titov, en un contexto donde el gobierno cubano reconoce la profundización de la crisis en el país.

A través de X, anteriormente conocido como Twitter, Díaz-Canel compartió que tuvo un diálogo con el Consejo de Negocios Cuba-Rusia y el Consejero de la Presidencia Rusa para los derechos de los emprendedores.

Además, expresó el deseo mutuo de ambos países de fortalecer sus lazos económicos y comerciales.

En julio, Titov comparó a Cuba con la Unión Soviética de finales de los años 80, viendo en ella un mercado lleno de oportunidades. Enfatizó que, dada la situación económica de Cuba, las reformas deberían centrarse en “fomentar las pequeñas y medianas empresas”.

Titov señaló que, aunque las Pymes en Cuba están en sus primeras etapas, representan el 7% del PIB y emplean a cerca del 25% de la fuerza laboral, contribuyendo con el 11% de los ingresos fiscales. Sin embargo, destacó que estas empresas podrían tener un papel aún más relevante en la economía cubana, a pesar de enfrentar desafíos como el acceso a créditos, altas tasas impositivas y problemas con las tasas de retorno.

El funcionario ruso enfatizó que las PYMES cubanas a menudo operan en un ambiente no oficial o “en la sombra”.

Recientemente, Díaz-Canel defendió la implementación de Mipymes en Cuba y criticó a Estados Unidos por supuestamente querer usarlas como “agentes de cambio”. En una entrevista, el líder cubano calificó de “insultante” la percepción de que las Mipymes son producto de una política neoliberal.

Díaz-Canel recordó que la idea de establecer micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) se discutió por primera vez en el VI Congreso del Partido en 2011, lo que significa que ha llevado más de una década para que el gobierno cubano introduzca estos “nuevos actores económicos”.

Este acercamiento con Rusia se da en medio de la crisis más severa que Cuba ha enfrentado desde el Periodo Especial de los años 90, que coincidentemente ocurrió después del colapso de la URSS.