En el municipio de Consolación del Sur, ubicado en la provincia de Pinar del Río, un ciudadano cubano ha emprendido una iniciativa que está llamando la atención de las autoridades locales. Este individuo ha comenzado la cría de peces en un pequeño charco construido en su propiedad, un proyecto que ha despertado interés en la comunidad y que podría marcar un hito en la búsqueda de soluciones para la escasez alimentaria en Cuba.
La noticia fue compartida por la Directora Nacional de la Agricultura Urbana, Suburbana y Familiar, Elizabeth Peña, a través de la plataforma X (anteriormente conocida como Twitter). En su publicación, Peña expresó su aprobación y celebración de esta iniciativa de acuicultura familiar en Consolación del Sur. Además, etiquetó a varios altos dirigentes del país, lo que subraya la relevancia que las autoridades le otorgan a este tipo de proyectos.
En las imágenes compartidas, se pueden observar peces, aparentemente carpas, viviendo en un estanque artificial. Sin embargo, también es evidente que las condiciones higiénico-sanitarias del estanque de cría son deficientes, y no se observan mecanismos de drenaje del agua que podrían asegurar un ambiente adecuado para los peces.
Esta iniciativa de acuicultura en el ámbito familiar se enmarca en una propuesta presentada en julio del año pasado por el viceprimer ministro de Cuba, Jorge Luis Tapia Fonseca. En su intervención ante la Asamblea Nacional, Tapia propuso que las familias cubanas criaran peces en estanques construidos en sus propios barrios como una estrategia para mejorar la disponibilidad de alimentos.
A pesar de la energía y la autoridad con la que se presentó esta propuesta, no se abordaron en ese momento las razones detrás de la drástica disminución del consumo de pescado en Cuba en los últimos años. El funcionario no hizo referencia a los desafíos que han llevado a la mayoría de los cubanos a reducir significativamente su consumo de pescado, a excepción de aquellos que pueden adquirirlo en el mercado negro.
El gobierno cubano ha justificado la escasez de pescado argumentando que las aguas circundantes no cuentan con los niveles de peces necesarios para satisfacer la demanda de la población. Sin embargo, esta afirmación parece contradecirse con la realidad de la industria pesquera cubana, que continúa exportando productos marinos en cantidades significativas.