Reinier Martínez regresó a La Habana el pasado 14 de octubre junto a otros 137 cubanos después de ser deportado desde México. Denuncia haber sido engañado por las autoridades mexicanas durante su detención en la ciudad fronteriza de Tapachula.
El migrante ha compartido su experiencia como una advertencia para aquellos cubanos que están considerando o ya han emprendido un viaje similar hacia la frontera sur de Estados Unidos.
En su trayecto desde Puerto Madero a Tapachula, Martínez fue arrestado mientras viajaba en taxi y llevado al Centro de Detención de Migrantes Siglo XXI. Durante tres días, estuvo retenido con cerca de 80 cubanos, la mayoría hombres, pero también mujeres, algunas acompañadas de niños.
Relata que las autoridades mexicanas les hicieron firmar papeles en presencia de «abogados», quienes nunca advirtieron sobre una posible deportación. Les aseguraron que recibirían un salvoconducto para cruzar México hasta la frontera con EE. UU., pero en realidad estaban siendo preparados para ser deportados a Cuba.
Martínez y sus compañeros fueron sorprendidos en medio de la noche, siendo esposados, vendados y subidos a autobuses que los llevaron al aeropuerto de Tapachula. Solo en ese momento se les notificó sobre su deportación.
Después de casi dos semanas de angustia, regresaron a Cuba. Reinier enfatiza la importancia de ser escéptico con las promesas de las autoridades y de compartir su testimonio para prevenir a otros.
«Mi objetivo es que se comprenda lo que viví y lo que podría ocurrirle a cualquier ser querido. Aunque tengan documentos de la COMAR o cualquier otro, yo fui deportado. Quiero que mi experiencia sirva de advertencia para aquellos con familiares en México. Sean cautelosos y no confíen ciegamente en lo que las autoridades prometen», señaló.
Su experiencia subraya los riesgos que enfrentan los migrantes cubanos en México, sin importar su situación legal. Martínez recalca que, en la práctica, cualquiera puede ser deportado.
«Es devastador sacrificar todo, para luego enfrentar tales adversidades. No cometí ilegalidades en México, solo buscaba un mejor futuro para apoyar a mi familia. Ojalá nadie más experimente lo que yo viví, pero tristemente, México está deportando a muchos cubanos», afirmó Reinier, quien gastó miles de dólares en su intento migratorio y ahora se encuentra de regreso donde empezó.