El reconocido actor cubano Carlos Massola compartió en una entrevista con un medio independiente sus sentimientos de censura y represión en Cuba, además de la tensa relación con su prima, Edith Massola, una destacada actriz y presentadora alineada con el régimen.
Carlos recordó a su padre, también llamado Carlos Massola, quien fue locutor de televisión. “Mi padre nunca se involucró en asuntos políticos. De hecho, fue retirado de su puesto en el noticiero por no querer participar en temas políticos y fue reubicado en Radio Reloj hasta su fallecimiento hace 18 años”, relató a CubaNet.
Carlos ha sido vocal en las redes sociales sobre la situación en Cuba, expresando su deseo de un cambio radical en el país y abogando por la liberación de los presos políticos. Por otro lado, su prima Edith, ha mostrado un apoyo constante al régimen, presentando eventos oficiales y promocionando a Cuba como un destino turístico.
Edith ha trabajado junto a figuras prominentes del régimen, como Lis Cuesta Peraza, la esposa del líder cubano Miguel Díaz-Canel. También ha sido criticada por su participación en eventos de alto perfil organizados por el gobierno, mientras su propia hija reside en Estados Unidos.
Carlos reveló que Edith ha cortado todo contacto con él. “Intento comunicarme con ella, pero no recibo respuesta. A pesar de todo, la quiero; es como una hermana para mí, pero parece que ha decidido alejarse”, compartió.
Carlos supone que el miedo podría ser la razón detrás de la distancia de Edith. Al reflexionar sobre el silencio de algunos artistas frente a la situación en Cuba, Carlos enfatizó la importancia de que los artistas se pronuncien y apoyen a sus compatriotas en estos tiempos difíciles.
Carlos Massola es un hombre de convicciones firmes. “No busco complicar a nadie con mis palabras. Actúo solo en esto. No siento temor, digo lo que siento. No arrastro a nadie en esto, pero sí los invito a reflexionar. No se trata de mezclar arte y política, se trata de la situación crítica de Cuba y de la necesidad de actuar. Es esencial que se alineen con el pueblo, porque ellos también están sufriendo. Les insto a que observen la realidad dolorosa que enfrentamos y tomen una postura”, expresó con determinación.
A pesar de su valentía al hablar abiertamente, Massola enfrenta las consecuencias de vivir bajo un régimen opresivo. No teme a las autoridades, pero situaciones como ser recibido con afecto por niños en una escuela y luego ser censurado por ello, le afectan profundamente.
Sin embargo, encuentra consuelo en el apoyo de su familia. “Mi familia está conmigo. Mi hija, la madre de mi hija, todos me respaldan. Aunque a veces, por miedo, me piden que guarde silencio. Pero el silencio es aún peor. Creo que es esencial hablar. Hay quienes me dicen que estoy loco, que no cambiaré nada. Tal vez no cambie la situación, pero no me quedaré callado. Nadie me detendrá en eso”.
A pesar de su amor por Cuba, Massola siente que su futuro ya no está allí. “Quiero irme. No veo un futuro para mí aquí. Solo me hundiré más. Estoy dispuesto a trabajar en lo que sea necesario, pero fuera de Cuba. No tengo nada más que hacer aquí”, admitió, reconociendo que emigrar podría ser la única forma de ayudar a su familia.
Es consciente de que sus palabras pueden generar críticas. “Sé que muchos criticarán mi deseo de irme, pero al igual que muchos cubanos, siento que es el momento. Hay una oleada de cubanos que quieren irse. Cuba está buscando una salida”, finalizó con pesar.
