Es profundamente triste y preocupante leer sobre la creciente violencia de género en Cuba. Lizandra Pérez, una joven de 35 años, fue trágicamente asesinada a puñaladas por su pareja en Caibarién, Villa Clara. Lo más desgarrador es que el ataque ocurrió en su propia casa y frente a su hijo, después de regresar de una fiesta. Según los informes, el agresor tenía antecedentes de violencia hacia Pérez y otras mujeres. Después de cometer el crimen, se entregó a la policía.
El feminicidio de Pérez es uno de los muchos casos de violencia de género en Cuba. Según las estadísticas de la plataforma Yo Sí Te Creo en Cuba (YSTCC) y el Observatorio de Género de la revista Alas Tensas (OGAT), el número de feminicidios en el país ha aumentado a 64 este año. Estas cifras son alarmantes, especialmente porque el gobierno cubano no publica estadísticas sobre feminicidios y parece minimizar la gravedad de estos crímenes.
Además, las organizaciones de la sociedad civil han pedido al gobierno que declare el estado de emergencia por violencia de género, pero sus llamados no han sido atendidos. La falta de transparencia y acción en este asunto es preocupante.
El aumento en el número de feminicidios en Cuba es una señal clara de que se necesita una intervención urgente para abordar la violencia de género en el país. Es esencial que se tomen medidas para proteger a las mujeres y garantizar su seguridad. Además, es crucial que se realicen esfuerzos para educar y sensibilizar a la sociedad sobre la importancia de respetar y proteger los derechos de las mujeres.
