Las redes sociales están inundadas de comentarios que reflejan la grave situación inflacionaria que atraviesa Cuba.
“En mi barrio de Santiago, los frijoles están a 600… En El Cerro, también a 600. En Playa, los venden a 450 lbs”.
“En Holguín, considerada el granero de Cuba, los frijoles cuestan 550. Es desolador para quienes, por diversas razones, debemos permanecer en la isla”.
“Una libra de frijol a 450.00 pesos. Es un precio exorbitante y nadie interviene. El Ministerio de Finanzas y Precios debería tomar medidas contra estos costos excesivos”.
“El sábado vi la libra de frijoles a 480. El queso fundido, que solía costar 30 pesos, ahora está a 220 la libra en Ten Cent, y el kilogramo de molleja de pollo a 800. Es insostenible”.
“En Güira de Melena, el frijol negro está a 500, imagino que los colorados aún más. Es desgarrador, parece que nos estamos devorando entre nosotros. ¿Hacia dónde nos dirigimos?”
“En Trinidad, los frijoles están a 500 pesos, pero no solo ellos, todo está por las nubes. ¿Hasta cuándo vamos a soportar esto?”
Imagen La avalancha de comentarios no tiene fin y deja en evidencia la enorme variación de precios, todos inalcanzables para el ciudadano promedio.
“Con el salario que ganamos, no podemos permitirnos ni frijoles ni muchos otros alimentos esenciales”, comenta un usuario.
“Antes, incluso el más humilde podía tener en su mesa arroz, frijoles y algún tubérculo. Ahora, ni eso. Es imposible que un jubilado pueda afrontar estos precios”, lamenta otro.
En medio de esta crisis, los ancianos, que representan una gran parte de la población cubana, son los más afectados.
“Los jubilados parecemos invisibles, ya no somos útiles. Dedicamos nuestra vida al trabajo y ahora, como recompensa, solo recibimos indiferencia y desdén. Que Dios nos proteja y muestre compasión por todos nosotros”, expresa una ciudadana.
