El gobierno de Kenia ha tomado la decisión de poner fin a un acuerdo de colaboración sanitaria con Cuba, lo que conlleva el regreso de todos los médicos cubanos de misión en Kenia a la Isla caribeña. Sin embargo, más allá de la finalización del acuerdo, la incertidumbre se cierne sobre el futuro de dos médicos cubanos, Assel Herrera Correa y Landy Rodríguez Hernández, que fueron secuestrados por la milicia Al-Shabab en 2019. Esta incertidumbre se refiere a la posibilidad de presionar a las autoridades de Nairobi para determinar su paradero y situación actual.
La ministra de Salud de Kenia, Nakumicha Wafula, comunicó esta decisión gubernamental, que había sido ampliamente solicitada por el gremio médico local. A raíz de esta decisión, se abren plazas vacantes que antes eran ocupadas por los médicos cubanos, y ahora serán destinadas a profesionales sanitarios kenianos que han sido formados en cursos recientes.
Los médicos de Kenia habían expresado su descontento desde que se estableció el acuerdo médico con Cuba, ya que a los médicos extranjeros se les pagaba significativamente más que a los profesionales locales. Sin embargo, es importante destacar que el dinero de estas misiones médicas es administrado por el gobierno cubano, que retiene una parte sustancial de los salarios de los profesionales del sector.
El acuerdo, firmado en 2017, permitió que 50 kenianos fueran entrenados en Cuba, mientras que más de 100 médicos cubanos se incorporaban a hospitales en Kenia. Legisladores y el Sindicato de Médicos, Farmacéuticos y Dentistas de Kenia criticaron duramente estas negociaciones, argumentando que había profesionales kenianos desempleados en su propio país mientras los médicos cubanos ocupaban plazas que les pagaban el doble.
Informes recientes del periódico The Standard revelaron que el gobierno de Kenia pagaba un salario mensual de 625,000 chelines (aproximadamente 4,200 dólares estadounidenses) por cada médico cubano.
En el caso de la parte cubana, la situación más preocupante se produjo en abril de 2019, cuando los doctores Assel Herrera Correa y Landy Rodríguez Hernández fueron secuestrados por la milicia Al-Shabab. Años después, su paradero y situación actual aún son desconocidos. Se ha especulado localmente que el grupo yihadista nunca solicitó un rescate por los médicos, ya que su objetivo sería utilizar a los dos cubanos como médicos para atender a los heridos de los combates.
En cuanto a los avances en la investigación, se supo en marzo de 2022 que el chofer somalí Isaac Rabow fue condenado a cadena perpetua por su colaboración en el secuestro. La milicia interceptó el vehículo en la carretera y se llevó a los dos médicos cubanos rumbo a Somalia.
