Cuba se encuentra en medio de una crisis de vivienda con un déficit de alrededor de 800,000 casas, pero mientras tanto, las compañías extranjeras como Meliá continúan abriendo hoteles de excelencia en la isla. A pesar de la disminución en el turismo, el régimen de La Habana sigue expandiendo su capacidad para atraer a extranjeros.
El Hotel Meliá Trinidad Península, el mayor y más moderno complejo hotelero de Sancti Spíritus, será inaugurado oficialmente durante la temporada alta. Este lujoso hotel, situado en el polo turístico de Trinidad, que es Patrimonio Cultural de la Humanidad, contará con 401 habitaciones, incluyendo estándar y «The level,» además de ser autosuficiente en términos de energía, gracias a una plataforma de 1500 placas fotovoltaicas y un sistema de agua caliente propio.
«The level» es un espacio exclusivo para atención personalizada y privada, dirigido a familias, parejas o grupos mayores de 18 años, con servicios de alta calidad. Una característica novedosa es la sustitución de las clásicas tarjetas de acceso a las habitaciones por manillas que funcionarán como llaves. Además, el hotel ofrecerá transporte propio para excursiones a los atractivos socio-culturales de la histórica ciudad, fundada por los españoles en 1514.
En su apertura, el Hotel Meliá Trinidad Península ofrecerá 240 habitaciones cinco estrellas y será el primero de su tipo en el sur del centro de la isla. Con siete bares, igual número de restaurantes y espacios para eventos, reuniones y fiestas, el hotel está especialmente preparado para atender a grupos de negocios y de ocio.
«Este Meliá representa la excelencia en hotelería y es la joya de la segunda playa más importante de Cuba, después de Varadero, con vistas a las montañas y la belleza de la villa más antigua de América», comentó el director general, Juan Pereira.
Ubicado en una franja de arenas finas a unos 10 kilómetros al sur de Trinidad, el Hotel Meliá Trinidad Península se encuentra cerca de otros hoteles como Memories Trinidad Del Mar, Club Amigo Ancon y Village Costasur, según reporta Prensa Latina.
Sin embargo, este impresionante crecimiento en la industria hotelera se encuentra en marcado contraste con la crisis de vivienda que enfrenta la población cubana. El economista Pedro Monreal ha señalado que los problemas en el sector turístico en Cuba datan de mucho antes de la pandemia. A pesar de ello, el gobierno continúa invirtiendo considerablemente en la construcción de hoteles y la expansión de los polos turísticos.
Monreal argumenta que «el capítulo ‘Turismo’ del Anuario Estadístico de Cuba 2022 muestra que no se ha producido una ‘recuperación’ postpandemia en el turismo con respecto al nivel anterior y que el declive comenzó en 2017, mucho antes de la pandemia». Además, señala que la inversión desproporcionada, principalmente en el turismo, ha promediado el 40,75% anual de la inversión total entre 2019 y 2022, a pesar de una disminución del 7,7% en el número total de habitaciones disponibles.
El economista destaca que durante este período, las habitaciones en instalaciones de 5 estrellas aumentaron en un 15,5%, y si tomamos como base el año 2018, el crecimiento hasta 2022 sería del 57,7%. También observa que las habitaciones totales en los polos turísticos aumentaron un 16,6% entre 2019 y 2022.
Este contraste entre la inversión en hoteles de lujo y la falta de viviendas adecuadas para la población es un tema que suscita preocupación en Cuba. Mientras se construyen hoteles de alta calidad para atraer a turistas extranjeros, muchas familias cubanas siguen luchando por encontrar un lugar adecuado para vivir.