En un acto visible a todos y sin intervención alguna, jóvenes cubanos tienen por costumbre lanzarse desde el puente giratorio del ferrocarril al río San Juan, en la ciudad de Matanzas.
«Locuras que solo suceden en Cuba», publicó un usuario en TikTok, quien recientemente registró cómo dos adolescentes se sumergían en el agua sin más preámbulos.
En la sección de comentarios del post, decenas de individuos compartieron sus pensamientos sobre el acto, algunos enfatizando el elevado riesgo que tal actividad representa, mientras otros minimizaban la peligrosidad.
Algunos argumentaron que los jóvenes cubanos carecen de opciones de entretenimiento, y no faltaron quienes afirmaron haber realizado ellos mismos esos saltos en el pasado.
Esta ha sido una práctica habitual durante muchos años y, aparentemente, las autoridades no han tomado medidas al respecto.
En 2015, un reportaje del canal local TV Yumurí mostraba con una actitud indulgente la arriesgada diversión e incluso entrevistó a varios de los participantes de aquel entonces.
«Me lanzo porque me gusta. Me siento bien, feliz, aquí con los amigos», expresaba uno de los entrevistados.
«No tengo nada más que hacer, me aburro en mi casa. No tengo a dónde ir y vengo aquí. Nadie ha venido nunca a decirnos nada», explicaba otro.
En esa entrevista, uno de los jóvenes admitió conocer el trágico caso de un adolescente que, antes de saltar, resbaló y cayó sobre la vía del tren.