Estos cubanos eran parte de un grupo más amplio de 133 inmigrantes que también incluía a personas de Bangladesh y Ecuador. Fueron identificados por el Instituto Nacional de Migración (INM) en un hotel ubicado en el municipio de Las Choapas.
Dentro del grupo, había 75 adultos que viajaban por su cuenta y 16 unidades familiares compuestas por 40 adultos y 18 niños.
Luego de una revisión migratoria en el establecimiento, agentes del INM, junto con fuerzas de seguridad federal y estatal, determinaron que ninguno de los inmigrantes presentes tenía la documentación necesaria para justificar su permanencia legal en México.
De acuerdo con la información proporcionada por el INM, de los 75 adultos que viajaban solos, ocho provenían de Bangladesh, uno de Ecuador y los 66 restantes eran de origen cubano. Todos ellos fueron trasladados a centros de detención migratoria en la región para iniciar los procedimientos administrativos adecuados.
En cuanto a las 16 familias, fueron reubicadas en la Oficina Administrativa de Canalización de Niñas, Niños y Adolescentes y Núcleos Familiares en Acayucan.
El gobierno mexicano ha solicitado a Cuba y a otros cuatro países latinoamericanos que reciban vuelos de repatriación de sus ciudadanos, con el objetivo de contener el creciente flujo de migrantes que se dirigen diariamente hacia la frontera con Estados Unidos.
El INM ha instado a la Secretaría de Relaciones Exteriores a establecer diálogos diplomáticos con Brasil, Colombia, Cuba, Nicaragua y Venezuela para facilitar el regreso de sus ciudadanos.
Para gestionar el traslado de estos migrantes, el INM ha contratado servicios de transporte, tanto aéreo (vuelos chárter) como terrestre, con el fin de reubicarlos en diferentes regiones de México donde recibirán apoyo, o para retornarlos a sus países de origen.
Desde el inicio del año hasta el 3 de octubre, las autoridades mexicanas han identificado a cerca de 1.6 millones de «extranjeros en situación irregular» en el territorio nacional.