La falta de carne de cerdo y los elevados costos en el mercado no regulado afectan profundamente al cubano común. En este contexto, un medio oficial ha informado que numerosos productores de carne de cerdo en Granma, ubicada en la región oriental de la isla, aún no han recibido el pago en Moneda Libremente Convertible (MLC) que les es debido por parte de la Empresa Provincial Porcina.
Alejandro Sosa Rodríguez es uno de estos productores, quien, tras vender su producción a la empresa gubernamental en febrero de este año, conforme a un contrato previamente establecido, ha estado esperando que le paguen su dinero durante ocho meses. Su caso fue destacado en la sección “Acuse de recibo” del periódico Juventud Rebelde a principios de esta semana.
Sosa Rodríguez es solo uno de los muchos productores de cerdo que han vendido carne a la mencionada empresa de Granma, bajo un contrato que incluía un pago en MLC. Sin embargo, hasta ahora no ha recibido el pago correspondiente y no tiene claridad sobre cuándo se le pagará lo que se le debe. Hay otros productores de carne de cerdo en la región que están en la misma situación.
Deudas con productores de carne de cerdo en Cuba Según este productor de carne, ha habido varias reuniones con la directora de la Empresa Porcina de Granma, el subdirector de producción y otros especialistas, para exigir su dinero. Pero la respuesta que ha recibido es que la empresa ha estado retrasada en los pagos desde noviembre de 2022, debido a problemas bancarios y falta de financiamiento en divisas.
El informe señala que solo han podido pagar a 25 productores, y más de 1000 aún están pendientes. La funcionaria en cuestión pidió a Sosa que “confiara” y le aseguró que la deuda está conciliada y que se le pagará en algún momento. Pero Sosa no está satisfecho, ya que el contrato establecía un plazo de 90 días para el pago, y ese plazo ya ha sido superado por más de 120 días.
“Mi situación económica es extremadamente complicada, debido al dinero que se me debe, que supera los 1 000 pesos en MLC”, indicó. “Esta situación genera desilusión e incomodidad. Hay otros compañeros productores en mi situación que están desmotivados para realizar nuevas entregas de carne al Estado, que es tan necesaria para la economía de nuestro país”, concluyó.