El colapso parcial de un edificio en La Habana, Cuba, se experimentó como “una detonación”, resultando en la trágica muerte de dos rescatistas y varios heridos graves, según relatos de quienes presenciaron el hecho.
El incidente tuvo lugar el martes pasado, y para el jueves, el área alrededor del edificio aún estaba resguardada por la policía. Desde la distancia, se podían observar sábanas y pertenencias de las familias que residían allí. El inmueble de tres pisos ya mostraba signos evidentes de deterioro antes de los colapsos del martes.
Aunque las razones exactas del colapso no se han determinado, se cree que la condición precaria del edificio y las recientes lluvias jugaron un papel en el trágico suceso. Según fuentes oficiales, aproximadamente una docena de familias vivían allí.
Lucía Mompie, una residente cercana, compartió su experiencia con Reuters: “Al principio, pensé que había sido una explosión. Luego, escuché gritos y al mirar, vi partes del edificio desplomándose”, dijo, visiblemente afectada. Mompie mencionó que muchos lograron escapar porque el edificio “colapsó en dos ocasiones”.
El jueves, los ciudadanos cubanos rindieron homenaje a las víctimas. Las personas fallecidas fueron identificadas como la primer teniente Yoandra Suárez López, de 40 años, y el bombero Luis Alejandro Llerena Martínez, de 23. El periódico Granma destacó su dedicación y valentía.
Una residente local expresó su tristeza y mencionó que había llevado flores en memoria de las víctimas. Las familias afectadas fueron reubicadas en un centro escolar adaptado temporalmente como refugio, mientras que otros encontraron refugio con amigos y familiares.
La falta de viviendas adecuadas ha sido un problema persistente en Cuba. Según estadísticas oficiales, al finalizar 2020, de los 3,9 millones de viviendas en la isla, cerca del 40% estaban en condiciones deficientes. La mayoría de estas viviendas se encuentran en áreas urbanas, que son las más afectadas.
Las regiones más afectadas son La Habana, Holguín, Santiago de Cuba y Camagüey. Desde 2019, se han construido 127.345 unidades y se han reparado 106.332.
Aunque el gobierno cubano atribuye muchos de sus problemas al bloqueo estadounidense, los críticos señalan que la mala gestión y el enfoque en proyectos turísticos han exacerbado la crisis económica y social, llevando a una emigración masiva sin paralelo en más de 50 años.
