El derrumbe que se cobró la vida de tres personas hace unas horas en La Habana Vieja es solo la punta del iceberg de un país que se cae a pedazos

Redacción

El colapso parcial o total de edificaciones antiguas en el centro de La Habana, especialmente tras las lluvias, es un fenómeno recurrente. Numerosos edificios multifamiliares en La Habana Vieja muestran signos avanzados de deterioro o están al borde de la ruina desde hace tiempo.

El desafío habitacional es uno de los más acuciantes problemas socioeconómicos en Cuba, en especial en La Habana, que es la provincia con la mayor concentración de población, albergando a 2,1 millones de personas.

Conforme a estadísticas de 2021 mencionadas por el portal oficial Cubadebate, La Habana posee 185.348 propiedades en malas condiciones. De estas, 83.878 requieren intervenciones parciales y 46.158 demandan una renovación integral.

Adicionalmente, hay una necesidad de 43.854 viviendas para personas afectadas por derrumbes anteriores, quienes actualmente viven en refugios gubernamentales. También se requieren 11.458 hogares adicionales debido al crecimiento demográfico en la metrópoli.

Cuba, con una población cercana a los 11 millones, tiene alrededor de 3,9 millones de viviendas. Sin embargo, el 37% de estas se halla en condiciones regulares o deficientes, según datos de 2021 proporcionados por la Dirección General de la Vivienda.

De acuerdo con información oficial, la nación caribeña precisa aproximadamente un 20% más de viviendas de las que ya existen, enfrentando un déficit cercano a las 800.000 unidades habitacionales.

La infraestructura residencial del país ha sufrido debido a la falta de materiales y al escaso mantenimiento, consecuencias directas de la prolongada crisis económica y los embates de fenómenos naturales, como los huracanes.