El jefe de gobierno de Cuba, Manuel Marrero Cruz, alertó sobre la falta de recursos que enfrenta la nación. A pesar de admitir que “no hay más”, instó a aprovechar “todas las capacidades regionales” para superar la adversidad.
“Estamos luchando. Estamos esforzándonos… buscando soluciones. Aún nos faltan muchos recursos”, expresó Marrero Cruz durante una junta del Consejo de Ministros, presidida por el líder Miguel Díaz-Canel.
El tono y las palabras del primer ministro reflejan cierta improvisación y desconcierto en la administración de Díaz-Canel. Marrero Cruz enfatizó: “No podemos estar complacidos, pero debemos establecer un sistema de trabajo… reconociendo que no hay más recursos y que debemos maximizar las capacidades regionales, además de revisar nuestros métodos y enfoques laborales”.
Según él, los líderes del gobierno cubano deben enfrentar directamente los problemas y colaborar con trabajadores, productores y la población en general para encontrar soluciones a los desafíos actuales.
Sin embargo, hay cierta confusión en los mensajes del gobierno hacia el pueblo en medio de una crisis que, según el Observatorio Cubano de Derechos Humanos, ha sumido al 88% de los cubanos en extrema pobreza. A pesar de las dificultades, Díaz-Canel aseguró recientemente que “todos los problemas tendrán solución”.
Sin embargo, días después, su primer ministro reiteró la necesidad de enfrentar la realidad con los limitados recursos disponibles, contradiciendo el mensaje anterior.
El ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, también intervino, afirmando que, aunque no han agotado el combustible, el país enfrenta tiempos difíciles, incluyendo posibles cortes de energía.
Por su parte, el ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, reconoció la falta de créditos para adquirir alimentos, mientras que Marrero, en una videoconferencia, instó a la creatividad y la búsqueda de soluciones innovadoras.
Desde la perspectiva del gobierno, parece que la situación se percibe de manera diferente, y los altos cargos creen en una estrategia basada en la retórica. Sin embargo, lo que es evidente es que desde sus oficinas no ven incongruencia en pedir más producción y creatividad al pueblo.
A pesar de todo, el viceprimer ministro Gil Fernández dejó claro el enfoque del gobierno: “Aunque enfrentemos dificultades diarias, como la falta de alimentos y cortes de energía, debemos tener fe. La única solución es la revolución y el socialismo”.