El régimen cubano ha tomado medidas más estrictas en lo que respecta a las deudas tributarias, ya que se ha implementado una nueva política que prohíbe a los ciudadanos cubanos salir del país si tienen deudas pendientes con la Oficina Nacional de Administración Tributaria (ONAT).
Esta iniciativa surge tras la firma de un convenio entre la ONAT y la Dirección de Identificación, Inmigración y Extranjería (DIIE) del Ministerio del Interior en 2022. Según Yudith Navarro Ricardo, jefa del departamento de cobranza de la Dirección de Recaudación de la ONAT, esta medida se aplica a contribuyentes individuales que tienen deudas consideradas «significativas». Desde que se implementó esta medida, se ha regulado la situación de alrededor de 600 contribuyentes.
La medida en sí consiste en la prohibición de salir del país para aquellos ciudadanos que tienen deudas tributarias y desean viajar al extranjero. Además, se notifica a los contribuyentes de su situación antes de que realicen su viaje. El monto específico de la deuda que conlleva esta restricción puede variar según el acuerdo entre la ONAT y la DIIE.
Es importante señalar que esta acción está respaldada por la Ley No.113 del Sistema Tributario de Cuba, que otorga a la ONAT la autoridad para imponer sanciones a los contribuyentes que no cumplen con sus obligaciones tributarias. Estas sanciones pueden incluir recargos, multas e incluso medidas no pecuniarias, como el embargo de cuentas bancarias, el cierre de negocios y la eliminación de incentivos fiscales.
En casos más graves, si un individuo continúa sin pagar su deuda tributaria, la ONAT puede acusarlo de evasión fiscal, lo que puede resultar en multas significativas y la posibilidad de enfrentar cargos criminales que incluyen la privación de libertad.
Este año, el gobierno cubano aumentó los impuestos relacionados con la contribución a la Seguridad Social y los impuestos sobre los ingresos personales de los trabajadores estatales y aquellos que pagan impuestos a la ONAT. Esta decisión fue justificada por el gobierno como una necesidad para adaptar los tramos tributarios a la capacidad económica de los contribuyentes y aplicar principios tributarios de justicia y equidad. Sin embargo, diversos expertos han instado a una reforma más amplia del sistema tributario para hacerlo más eficiente.
A pesar de los esfuerzos de la ONAT para fomentar el pago de deudas tributarias, el cierre del año 2022 dejó a la entidad con más de mil millones de pesos en deudas pendientes por parte de los contribuyentes. Mary Blanca Ortega Barredo, jefa de la ONAT, ha destacado que, a pesar de las advertencias a las autoridades sobre los incumplimientos y las deudas tributarias, estas continúan sin resolverse.
La directiva enfatizó la importancia de seguir trabajando para aumentar los ingresos y facilitar a la población el cumplimiento de sus obligaciones tributarias. Además, señaló que las oficinas municipales de la ONAT trabajan en colaboración con las administraciones locales para proporcionar información relevante a las autoridades gubernamentales sobre la gestión de los ingresos.