Los habitantes de la calle Dragones, ubicada entre Rayo y San Nicolás en el corazón de Centro Habana, se han visto obligados a tomar medidas extremas para enfrentar una crítica escasez de agua que ha persistido por más de 30 días. La falta de este servicio esencial ha llevado a los residentes a levantar barricadas improvisadas en un acto de desesperación y protesta contra las autoridades locales.
La barricada, construida con cubos, tanques plásticos y otros utensilios domésticos, bloqueó el tráfico vehicular durante horas, sirviendo como un llamado de atención urgente a las autoridades responsables de abastecer de agua a la comunidad.
Una madre de dos hijos, quien prefirió mantenerse en el anonimato, compartió su angustia con el portal independiente 14yMedio: «Aquí viven muchas familias con niños pequeños y hace 35 días que no tenemos agua. Estamos condenados a pedirle agua a otros vecinos cercanos porque en estas casas hace semanas que no vemos ni una gota».
El inicio de esta protesta se debió a que los residentes de un albergue en la zona ya no podían soportar la falta de agua. Comenzaron a bloquear la calle con los contenedores y tanques que normalmente utilizan para almacenar agua, buscando llamar la atención de las autoridades sobre su situación insostenible.
Los manifestantes se mantuvieron firmes en su demanda, llegando incluso a impedir el paso de las patrullas de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR). Los vecinos afirmaron que habían visitado repetidamente las oficinas gubernamentales para quejarse de la falta de agua, pero sus reclamos no habían tenido ningún resultado.
A medida que la tensión aumentaba, los residentes exigieron que se restableciera el suministro de agua a través de las tuberías en lugar de depender de la entrega de agua a través de pipas, que consideraban una solución temporal. A pesar de estas peticiones, las autoridades decidieron enviar una cisterna para abastecer de agua a la comunidad.
La falta de recogida de basura por parte de la Empresa de Comunales también ha exacerbado los problemas en la zona. Esto ha resultado en una acumulación significativa de desechos en la intersección de Rayo y Dragones. Los afectados han denunciado que la empresa alega no tener suficiente combustible para realizar la recolección de basura de manera regular.
Juana, una jubilada local, expresó su preocupación por las condiciones sanitarias deterioradas, ya que se han reportado casos de enfermedades transmitidas por vectores como el dengue y el zika. La situación ha llevado a algunos residentes a improvisar carteles en sus fachadas, pidiendo que no se sigan acumulando desechos en sus entradas.
La Empresa Aguas de La Habana ha admitido públicamente la gravedad de la situación de abastecimiento de agua en toda la capital cubana, con especial énfasis en áreas como Cerro, Plaza de la Revolución, Diez de Octubre, Centro Habana y La Habana Vieja. La crisis del agua en estas áreas ha dejado a los residentes luchando por acceder a un recurso fundamental para la vida diaria, y las barricadas son un grito desesperado por la atención de las autoridades y una solución a esta situación crítica.