El conflicto entre Rusia y Ucrania ha sido uno de los temas más controvertidos en la política internacional en los últimos tiempos. Sin embargo, una nueva arista ha surgido en este complejo escenario: la participación de ciudadanos cubanos luchando por Rusia en Ucrania. Esta situación ha llevado a que ambos países, Cuba y Rusia, establezcan comunicaciones al respecto.
El embajador ruso en Cuba, Víctor Koronelli, fue consultado por CNN sobre la razón por la que cientos de cubanos se encontraban combatiendo en Ucrania bajo la bandera rusa. Aunque no proporcionó cifras exactas, Koronelli confirmó que «los órganos competentes están trabajando y están en contacto tanto del lado ruso como del lado cubano». Esta es la primera vez que un funcionario ruso se pronuncia sobre las acusaciones de la presencia de mercenarios cubanos en el conflicto ucraniano.
La situación se torna aún más compleja cuando se considera el contexto en el que se da esta revelación. En una «ceremonia de agradecimiento», Rusia donó a Cuba 672 toneladas de aceite de cocina, en medio de la profunda crisis económica que atraviesa la isla. Esta donación, aunque humanitaria, no puede desvincularse del trasfondo político y las alianzas históricas entre ambas naciones.
Por su parte, las autoridades cubanas han defendido la intervención rusa en Ucrania, reafirmando la alianza entre ambos países. Sin embargo, en septiembre, se informó que 17 cubanos fueron arrestados en la isla por intentar unirse a las fuerzas rusas como mercenarios pagados y por presuntas actividades de tráfico de personas.
Familiares de algunos de estos cubanos han denunciado que fueron engañados con promesas de remuneración económica, ciudadanía rusa y garantías de no ser enviados al frente de batalla. Estas acusaciones, de ser ciertas, revelan una situación preocupante sobre la manipulación y el aprovechamiento de ciudadanos en medio de conflictos internacionales.