El líder cubano, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, ha extendido una invitación a los cubanoamericanos para que colaboren en el avance económico de Cuba, subrayando que aquellos dispuestos a apoyar al país «serán acogidos con los brazos abiertos». Durante su reciente visita a Estados Unidos, con motivo del 78º periodo de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, Díaz-Canel sostuvo un encuentro con cubanos radicados en ese país.
El evento tuvo lugar el 22 de septiembre en la Misión Permanente de Cuba ante Naciones Unidas. En ese contexto, el líder cubano enfatizó la solidaridad entre los cubanos, independientemente de su lugar de residencia. «Aquellos de nosotros que permanecemos en Cuba, resistiendo y edificando, contamos con el apoyo de ustedes», manifestó, alentando a los cubanos en el extranjero a invertir en el progreso de la nación.
A pesar de las décadas de dificultades y la aguda crisis económica que ha azotado al país en los últimos años, agravada durante la administración de Díaz-Canel, el mandatario expresó su deseo de unificar esfuerzos. «Todos aquellos dispuestos a contribuir serán bienvenidos. Juntos, cumplamos el sueño martiano de una República para todos y en beneficio de todos», enfatizó.
Díaz-Canel reconoció las diferencias políticas entre los cubanos, pero se mostró optimista sobre la posibilidad de superarlas. «Nuestro llamado es a la unidad, al patriotismo y a la apertura hacia todos aquellos que deseen aportar. Escuchamos a todos con respeto, incluso si existen desacuerdos», señaló.
El tono conciliador del líder cubano podría interpretarse como un esfuerzo del gobierno para atraer inversiones a la isla o como una estrategia para revitalizar la maltrecha economía y mantenerse en el poder. Sin embargo, la diáspora cubana, compuesta en gran medida por individuos que huyeron de la represión y las adversidades económicas del régimen, ha mostrado escepticismo ante tales declaraciones.
Durante la visita de Díaz-Canel a Nueva York, grupos opositores al régimen se manifestaron en las calles, expresando su rechazo al líder cubano con consignas como «Díaz-Canel Singao», «Asesino» y «Cobarde».
La relación entre Cuba y su diáspora ha sido históricamente compleja, y solo el tiempo dirá si las palabras del mandatario logran generar un cambio significativo en la percepción y las acciones de los cubanoamericanos hacia su tierra natal.
