El fitness, una tendencia que ha tomado al mundo por asalto, ha encontrado su lugar en la isla de Cuba. Aunque la furia del fitness no ha estado presente en Cuba durante mucho tiempo, en las últimas dos décadas, la percepción y la adopción de esta forma de vida han cambiado drásticamente. Hace menos de 20 años, La Habana contaba con muy pocos gimnasios. No era una cuestión de falta de recursos, sino más bien una combinación de control estatal y percepciones culturales. En tiempos anteriores, actividades como el fitness, al igual que usar pantalones ajustados o escuchar a John Lennon, eran vistas con escepticismo.
Sin embargo, con el tiempo, la mentalidad ha evolucionado. Hoy en día, es fácil encontrar un gimnasio en casi cualquier rincón de Cuba. Si bien la calidad y el precio pueden variar, la presencia de estos centros de fitness es innegable. Los precios de los gimnasios suelen oscilar entre 700 y 800 pesos al mes, lo que equivale a poco más de 3 dólares. Estos gimnasios, aunque básicos, ofrecen a los cubanos una oportunidad de cuidar su salud y bienestar.
El negocio del fitness en Cuba es lucrativo y está en auge. A medida que más personas reconocen la importancia del ejercicio y el bienestar, la demanda de gimnasios de calidad ha aumentado. Los propietarios de gimnasios buscan constantemente formas de mejorar sus servicios y ofrecer una experiencia superior a sus clientes.
La motivación para unirse a un gimnasio varía entre los individuos. Algunos buscan rehabilitación, otros desean perder peso, y algunos quieren ganar masa muscular. Pero el objetivo subyacente es el mismo: sentirse y verse bien. Sin embargo, el fitness no es un camino fácil. Requiere dedicación, esfuerzo y tiempo. Como mencionó un entrenador local, los cambios físicos notables pueden tardar entre cuatro y seis meses en manifestarse.
Además del ejercicio tradicional, hay una variedad de suplementos disponibles que pueden ayudar en el proceso de transformación. Desde la miel, que proporciona energía, hasta la creatina, la glutamina y los aminoácidos, hay una gama de productos que los cubanos utilizan para complementar su régimen de fitness.
El fitness competitivo también ha ganado popularidad en Cuba. Los competidores dedican meses, si no años, a perfeccionar sus cuerpos para las competencias. Estas competencias no solo son una prueba de fuerza y habilidad, sino también de dedicación y pasión. A pesar de las dificultades, como la escasez de alimentos adecuados y las condiciones de entrenamiento menos que ideales, muchos cubanos han logrado destacarse en el escenario nacional.
El crossfit es otra modalidad que ha comenzado a ganar adeptos en Cuba. A diferencia del entrenamiento tradicional en el gimnasio, el crossfit se centra en movimientos funcionales realizados a alta intensidad. Es un entrenamiento completo que desafía tanto la mente como el cuerpo.
