Cuba, una isla caribeña conocida por su rica cultura, música y playas paradisíacas, tiene una historia que muchos desconocen. Antes de la revolución de 1959, la nación caribeña era una de las más desarrolladas de América Latina, con índices socioeconómicos que superaban a muchas regiones del centro de Estados Unidos y el sur de Europa. Pero, ¿qué tan próspera era realmente Cuba antes de ese año crucial?
Para empezar, es esencial destacar que la Habana, la capital cubana, fue pionera en muchos aspectos tecnológicos y culturales. Fue en esta ciudad donde se instaló el primer sistema de alumbrado público en toda Iberoamérica, mucho antes que en España. Además, la Habana fue testigo de la circulación del primer tranvía en América Latina y de la primera demostración mundial de una industria movida por electricidad en 1900.
El avance tecnológico no se detuvo ahí. En 1906, la Habana se convirtió en la primera ciudad del mundo en tener telefonía con discado directo, eliminando la necesidad de operadoras. En el ámbito de la radiodifusión, Cuba fue la segunda nación en el mundo en inaugurar una emisora de radio en 1922 y la primera en transmitir un concierto de música y presentar un noticiero radial. Para 1928, la isla ya contaba con 61 emisoras de radio, 43 de ellas en la Habana, ocupando el cuarto lugar mundial, solo superada por Estados Unidos, Canadá y la Unión Soviética.
En el sector hotelero, Cuba también dejó su huella. El Hotel Riviera, inaugurado en 1951, fue el primer hotel del mundo con aire acondicionado central. Además, el edificio Focsa, construido en 1952 en la Habana, fue el primer edificio del mundo hecho con hormigón armado.
En el ámbito agrícola, Cuba sorprendió con una vaca por cada habitante en 1954. En el sector educativo, la ONU reconoció a Cuba en 1956 como el segundo país de Iberoamérica con el índice de analfabetismo más bajo, con solo un 23.6%. Además, en 1958, la isla contaba con más de 7,500 escuelas primarias públicas y gratuitas.
El entretenimiento tampoco se quedó atrás. En 1957, la Habana se convirtió en la segunda ciudad del mundo en tener cine en 3D y multi pantallas. Y en 1958, Cuba fue el segundo país del mundo en transmitir televisión a color.
En términos de transporte, Cuba era el país de Iberoamérica con más automóviles en 1958, con uno por cada 38 habitantes. También lideraba en la posesión de electrodomésticos y tenía el país con más kilómetros de líneas ferroviarias por kilómetro cuadrado.
Estos datos reflejan una Cuba próspera, avanzada y en constante desarrollo. Una nación que, a pesar de su pequeño tamaño y población de solo 6.5 millones de habitantes en ese entonces, ocupaba la posición 29 entre las mayores economías del mundo.
La pregunta que surge es: ¿qué hubiera pasado si Cuba hubiera continuado por ese camino de desarrollo y prosperidad? Si hubiera mantenido su rumbo democrático y respetado la constitución de 1940, ¿dónde estaría hoy? Aunque es imposible responder con certeza, lo que es indudable es que Cuba, antes de 1959, tenía un potencial enorme y un futuro prometedor.
