En el trasfondo de la isla caribeña, las remesas enviadas a Cuba han emergido como una pieza fundamental en el engranaje económico. Sin embargo, una pregunta persistente inquieta a expertos y observadores: ¿Cuál es el destino final de estas remesas y cómo impactan en la economía y el gobierno cubano?
Un reciente estudio realizado por el economista Emilio Morales, afiliado al centro de análisis Cuba Siglo 21 con sede en Miami, ha arrojado luz sobre este tema candente. En las últimas tres décadas, Cuba ha recibido una asombrosa suma de más de 52.000 millones de dólares en efectivo y otros 50.000 millones en medicamentos, ropa, alimentos y otros bienes de consumo a través de remesas.
«Estamos hablando de un exilio que no trabaja en Cuba, no reside en Cuba, y que tiene la capacidad de producir más que un país con 11 millones de habitantes subutilizados y sometidos», comentó Morales.
El control de las remesas siempre ha recaído en empresas vinculadas al aparato militar del gobierno cubano, como la CORPORACION CIMEX y posteriormente GAESA. Morales revela que GAESA, en particular, es propietaria de la mayoría de los negocios en la isla, y su influencia se ha mantenido en gran parte en secreto, incluso a nivel interno de la corporación.
Angel Rodríguez Pita, consultor de emprendimiento privado en La Habana, describe a GAESA como un conglomerado de empresas interdependientes que ejercen un dominio absoluto sobre la economía cubana. Además, señala que GAESA controla entre el 80 y el 90 por ciento de la economía de la isla y posee una cuota del 100 por ciento en el mercado minorista en divisas.
Sin embargo, en los últimos días, han surgido informes no confirmados que insinúan que la Casa Blanca podría autorizar a pequeñas y medianas empresas cubanas abrir cuentas bancarias en dólares en Estados Unidos, con el objetivo de impulsar el sector empresarial en Cuba.
A pesar de que algunos ven esta medida como un posible catalizador para el desarrollo del sector privado en la isla, Emilio Morales plantea un argumento diferente. Sostiene que en Cuba, el sector privado no puede florecer debido a las restricciones gubernamentales y la falta de condiciones favorables para los emprendedores.
Mientras tanto, se ha insinuado que GAESA podría estar en camino hacia una disolución, con sus grupos empresariales integrándose en el Consejo de Ministros bajo la supervisión de Manuel Marrero. Sin embargo, algunos expertos advierten que este cambio aparente podría no alterar sustancialmente la situación, ya que GAESA continuaría respondiendo a los mismos poderes que controlan el país desde hace décadas.