El influyente español Jesús Sánchez, reconocido como @jesusansal en las redes sociales, se ha embarcado en una emocionante aventura culinaria en Cuba, explorando dos auténticas delicias: los aguacates y los mamoncillos. Ha compartido sus experiencias con entusiasmo con sus miles de seguidores.
Debido a la censura de TikTok en Cuba, el creador de contenido decidió esperar hasta regresar a su hogar en Holanda, donde reside, para compartir las grabaciones de sus recientes travesías culinarias por la isla.
Sánchez expresó su asombro ante el tamaño y el color impresionante de los aguacates cubanos, algunos incluso más grandes que su propia mano, antes de aventurarse a probarlos públicamente. «Esto no es ni remotamente normal», exclamó mientras sostenía un aguacate de un kilogramo de peso.
Al señalar un aguacate que colgaba de un árbol, bromeó: «Si esto te cae en la cabeza, no te mata, te deja en el sitio». También hizo una observación irónica al comparar los aguacates cubanos con los de Europa y Holanda en cuanto a su color amarillo y verde.
Además, destacó que los aguacates cubanos tienen una textura similar a la mantequilla y un sabor mucho más intenso que los que se encuentran en el Viejo Continente, lo que le permitió disfrutarlos sin necesidad de añadir sal ni pimienta. «Esto sí que es un auténtico arte», concluyó.
Durante su visita a Cuba, el tiktoker no pudo resistirse a probar una fruta muy popular en la isla, los mamoncillos, que se disfrutan en diferentes lugares, desde la playa hasta la calle. Mencionó que la costa estaba llena de cáscaras de mamoncillos cuando estuvo allí.
Sánchez relató que compró un racimo de mamoncillos en la calle por 100 pesos cubanos, ya que es donde los vendedores ambulantes suelen ofrecerlos. Sin embargo, admitió que no sabía exactamente cómo comerlos y supuso que debía darles un bocado, quitarles la cáscara y disfrutar del interior. «¡Nunca había visto algo así en mi vida!», exclamó emocionado.
Tras probar un mamoncillo, descubrió que tenía una gran semilla en su interior pero que su sabor era delicioso, ligeramente ácido pero muy dulce. Señaló que no era posible comer la semilla, ya que carecía de carne.
Además, advirtió que era necesario tener precaución al comer mamoncillos, ya que le habían dicho que si el líquido de la fruta manchaba la ropa, sería difícil de quitar. Finalmente, adelantó que tenía más contenido cubano por compartir con sus seguidores.
