Enfrentamiento entre dos abakuas en La habana termina con la muerte de uno de ellos

Redacción

Un asesinato entre miembros de la comunidad religiosa abakuá en La Habana ha conmocionado a esta comunidad, que hace un llamado a respetar sus reglamentos internos.

La víctima, identificada como Adrián Labrador y conocida como Macaruchi, habría sido asesinada por un hermano de la religión.

«Me acabo de enterar de esta triste noticia, un miembro de nuestra propia comunidad le ha quitado la vida a Macaruchi. Hasta cuándo la falta de respeto en esta religión, mi hermano, amigo y compañero, descansa en paz», comentó en Facebook el cubano Rider Guerra.

Otros afirman que el hombre estaba contento porque había alcanzado un nuevo título dentro de la religión, el de Obon Iyamba.

«Todavía no puedo creerlo, mi hermano, has dejado un vacío incalculable. Te quiero mucho, descansa en paz mi Obon Iyamba de por vida. En paz descanse mi compañero, mi hermano y mi vida», publicó otro usuario en la red social.

«Los efi nurobia obane están consternados por esta tragedia», han respondido los miembros de esta religión ante la noticia del crimen.

En 2021, se informó que las dificultades económicas y la pandemia de COVID-19 llevaron a muchos jóvenes cubanos a buscar refugio en la religión abakuá. Estas mismas dificultades han generado una creciente ola de violencia en la sociedad cubana, que ha experimentado decenas de crímenes en lo que va del año.

Esta religión es exclusiva de la isla y una de las muchas de origen africano que siguen siendo prominentes en Cuba.

El culto abakuá surgió como una hermandad de protección entre esclavos carabalíes que trabajaban como estibadores en los puertos de Cuba hace casi 200 años, por lo que la traición entre los miembros de la hermandad es un hecho particularmente significativo que viola las reglas fundacionales de la religión.

La mayoría de los templos abakuá se encuentran en el barrio Simpson de la provincia de Matanzas, en el oeste del país, aunque también se pueden encontrar en los municipios de Guanabacoa, Marianao, Regla y San Miguel del Padrón, en La Habana.

Cabe destacar que esta organización religiosa está compuesta exclusivamente por hombres heterosexuales.