Mientras persiste la incertidumbre sobre si la discordia pública entre el embajador cubano en Moscú, Julio Antonio Garmendía, y su superior, el canciller Bruno Rodríguez, con respecto al escándalo de los supuestos mercenarios cubanos, podría llevar a la destitución del embajador, un ex oficial del Servicio de Seguridad Federal de Rusia (FSB) ha cuestionado la necesidad real de contar con la ayuda de cubanos en su país.
Oleg Krinitsyn, quien actualmente lidera una empresa privada de consultoría militar llamada RSB-Group, ha alzado su voz desde Moscú para desvincular al Gobierno ruso de cualquier presunto reclutamiento de cubanos en el conflicto en Ucrania.
«Incluso si hubiera mercenarios cubanos en el área del Distrito Militar del Norte, serían inútiles», expresó a NEWS.ru. Según él, los cubanos tienen una mentalidad completamente diferente y no dominan el idioma ruso. Krinitsyn también mencionó que ciudadanos de otros países también tienen el deseo de unirse al conflicto ucraniano del lado de Rusia.
«Esto es una completa tontería. Tengo información de que, por ejemplo, los afganos también desean participar del lado de Rusia, especialmente porque cuentan con hasta 2.000 combatientes entrenados. Irán también está interesado. Sin embargo, es fundamental comprender que nuestras mentalidades, idiomas y tácticas son diferentes en todos los aspectos», explicó el ex oficial del FSB, sucesor del KGB de la era soviética.
Según Krinitsyn, muchas personas con un profundo sentido de patriotismo desean ayudar en estos momentos, tanto a su propio país como a Rusia. Sin embargo, considera que las historias sobre mercenarios que circulan no son más que narrativas «pintorescas» creadas por Occidente para demostrar su impotencia y la incapacidad de derrotar a Rusia en esta guerra.
Agregó que el ejército ruso podría beneficiarse de mercenarios de países postsoviéticos, exceptuando los Estados bálticos.
Esta semana, Kim Jong-Un y Vladimir Putin sostuvieron una reunión de cinco horas en un solo día. Durante la visita, Putin mostró a Kim instalaciones de fabricación de aviones militares y misiles supersónicos, mientras se especulaba que el líder norcoreano podría ofrecer ayuda militar en términos de armamento y municiones para respaldar la invasión rusa en Ucrania. Kim expresó: «Lucharemos juntos contra el imperialismo».
Mientras tanto, un militar de las Fuerzas Armadas de Ucrania, que se ha convertido en una voz destacada sobre este tema, Mikhail Makaruk, compartió con el Canal 24 local cómo obtuvieron los pasaportes de 199 presuntos mercenarios cubanos.
Makaruk describió una intriga que involucró a piratas informáticos ucranianos que accedieron al correo electrónico de un supuesto corresponsal militar vinculado al reclutamiento y descubrieron correspondencia con una mujer de una presunta «agencia de viajes» que acompañó a los cubanos desde Cuba a Rusia.
Estos datos se transmitieron al sitio web Myrotvorets, que mantiene una lista negra de personas consideradas enemigas de Ucrania.
Los datos se compartieron «con el objetivo principal de atraer la atención de Interpol», según se informó en el comunicado de Canal 24.
Makaruk cree que este asunto relacionado con la presencia cubana comenzó con la visita de Nikolai Patrushev, secretario del Consejo de Seguridad ruso, a Cuba a principios del verano.
Es llamativo que, a pesar de estas supuestas evidencias, el gobierno de Ucrania no haya emitido una nota oficial de protesta contra el gobierno cubano ni haya dado indicios de querer romper relaciones con la isla.
El jueves, el canciller cubano Bruno Rodríguez desmintió a su embajador en Rusia al reiterar la posición del gobierno cubano de oponerse a la participación de ciudadanos cubanos en cualquier conflicto y de condenar el mercenarismo y la trata de personas.
El embajador cubano en Rusia, Julio Antonio Garmendía, había declarado en Moscú que el gobierno cubano no tenía objeciones contra los cubanos que deseaban firmar contratos y participar legalmente en operaciones con el Ejército ruso, pero se oponía a la ilegalidad y a las operaciones que no estaban en el marco legal.
Este conflicto entre el canciller y su embajador ha captado la atención de los medios de comunicación a nivel internacional justo antes de la Cumbre del Grupo de los 77 + China, que se llevó a cabo durante dos días en La Habana.
A finales de mayo, el periódico Ryazanskie Vedomosti informó que varios ciudadanos cubanos residentes en Riazán, a unos 200 km al sureste de Moscú, habían firmado contratos con el Ministerio de Defensa ruso y habían partido a luchar en Ucrania.
El año pasado, el presidente ruso Vladimir Putin promulgó una ley que permitía a extranjeros que firmaran un contrato anual de servicio militar durante la llamada Operación Militar Especial obtener la ciudadanía rusa de manera simplificada. También se emitió un decreto para otorgar permisos de residencia a los soldados extranjeros contratados por las Fuerzas Armadas rusas.
En los últimos meses, medios digitales alternativos relacionados con el tema cubano y grupos de cubanos en redes sociales han difundido informaciones sobre la presunta presencia de jóvenes cubanos en el ejército ruso, atraídos por la oferta económica del contrato y la promesa de obtener posteriormente la ciudadanía rusa.