La protesta realizada este domingo a las afueras del Restaurante Versailles en Miami por parte de cubanos con I220A ha desatado un fuerte debate en la comunidad cubanoamericana. El presentador Alexander Otaola no ha tardado en expresar su descontento, calificando la manifestación como una falta de respeto al exilio cubano y asegurando que fue una burla.
En su programa matutino, Otaola compartió su opinión sobre el evento, manifestando su escepticismo hacia la efectividad de estas manifestaciones. Según él, las autoridades de inmigración no toman en serio este tipo de acciones, lo que podría tener repercusiones negativas en el futuro de quienes participan en ellas. Además, Otaola cuestionó la afirmación de que en la protesta no se trataba de política, considerándola como ignorancia.
Por otro lado, Otaola expresó su desaprobación de que la manifestación tuviera lugar en un sitio históricamente asociado con protestas en contra del régimen cubano. En su opinión, es incoherente que se realice una protesta en un lugar que ha sido testigo de cientos de manifestaciones en contra de la dictadura cubana, mientras que los participantes se niegan a hablar abiertamente en contra del régimen.
Otaola fue claro en su afirmación de que la razón principal de la presencia de los manifestantes en ese lugar era política. Según él, el objetivo de obtener asilo político es la motivación detrás de sus acciones.
El domingo, cientos de cubanos que llegaron a Estados Unidos y obtuvieron un formulario I220A se congregaron en Miami para exigir una solución legal a sus casos. A través de una transmisión en vivo en Facebook realizada por el periodista cubano Mario J Pentón, los manifestantes expresaron su deseo de regularizar su estatus en el país.
Gritaban consignas como «¡I220A ajuste cubano!» y sostenían carteles que decían «¡I220A es un parole!» Esto ocurrió después de que la Junta Superior de Apelaciones de Inmigración (BIA) respaldara la decisión del gobierno de Estados Unidos de no reconocer el formulario I220A como un documento oficial de ingreso al país que permitiría la regularización a través de la Ley de Ajuste Cubano.
El abogado Wilfredo Allen comentó sobre esta decisión, describiéndola como «una mala noticia». Explicó que, en esencia, la BIA estaba señalando que el I220A no otorga la entrada que muchos creían que proporcionaba para legalizar su estatus en Estados Unidos.