En una escalofriante historia que ha conmovido a la comunidad, una joven cubana fue víctima de una agresión violenta en su propia vivienda dentro de la Villa Panamericana en La Habana.
La madre, Esperanza Leyva Carcasés, denuncia el espeluznante incidente que tuvo lugar en la madrugada del 14 de septiembre, cuando su hija, Aneiter, sufrió un ataque brutal mientras dormía en la habitación de su pareja. En este artículo, exploraremos los detalles de este aterrador suceso y el llamado de Leyva Carcasés para llevar al presunto delincuente ante la justicia.
El incidente tuvo lugar cuando Aneiter dormía en el cuarto de su pareja, ajena a la amenaza que se cernía sobre ella. Un individuo que compartía el cuarto contiguo, previamente involucrado en el robo de 500 dólares al esposo de Aneiter, entró sigilosamente en la habitación. Al despertar y descubrir al ladrón, la joven fue apuñalada de manera despiadada, dejándola gravemente herida.
La madre de la víctima, Leyva Carcasés, compartió su angustia en las redes sociales y lanzó un apasionado llamado a la comunidad para ayudar a llevar al presunto delincuente ante la justicia. En sus palabras, Leyva Carcasés expresó: «Le pido a todos mis amigos que compartan esta publicación y que cualquier persona que vea a este peligroso individuo informe a la policía. Su crimen no quedará impune, y la justicia divina ya está sobre él. Que la justicia terrenal actúe con todo su rigor para que pague por sus acciones brutales».
La comunidad se ha movilizado en solidaridad con la familia de la joven herida. Aneiter, quien trabaja en la OBE de Plaza de la Revolución, ha quedado bajo cuidados médicos, pero su familia mantiene la esperanza de que se recupere por completo. La madre de la víctima afirma que «el agresor era conocido de la familia, ya que compartía el cuarto con el esposo de su hija. Sin embargo, el individuo está huyendo».
Esta historia desgarradora resalta la importancia de la seguridad en el hogar y el impacto devastador que pueden tener los actos de violencia en la vida de las personas. La comunidad está unida en su deseo de justicia y en su esperanza de que Aneiter se recupere por completo de esta terrible experiencia.