«Quién lo hubiera imaginado, nada que ver con el parque de los años 80 y más recientes. Solía estar lleno de actividad, alegría y bullicio», comentaron los cubanos al ver las imágenes de un parque en el pueblo de Guisa completamente desierto, como muchos otros en el país debido al creciente éxodo masivo.
«La terminal, las cafeterías, los bares, los restaurantes, las tiendas y la farmacia constituían el corazón activo y esencial de todo el pueblo. Incluso el dispensador de cerveza solía estar junto a la farmacia. La gente solía llamarlo ‘Jenaro'», añadieron.
«Si buscas tranquilidad, ven al parque un domingo a las 9 de la mañana», comentó Eberto Aguilar en un grupo de Facebook dedicado a Guisa, Granma. Aguilar compartió tres fotos del parque completamente vacío.
«Ha quedado Guisa desierta. Cuánta tristeza, Dios mío, mi querido pueblo»; «claro, ya no vive nadie en Guisa. Todos se han ido poco a poco»; «ese parque, que solía estar lleno de gente de todas partes de Guisa, hoy está completamente vacío. Solo vemos tristeza y soledad» y «la continuidad se está yendo», expresaron los cubanos.
«¡Solo se ven las banderas cubanas! Recuerdo tiempos pasados, hace muchos años, cuando caminabas por ese parque con entusiasmo y alegría porque sabías que había mucha armonía y actividad. Siempre sonaba música de la época o te encontrabas con una amiga para ponerte al día. ¡Qué triste, todo se ha acabado!»
«Me duele ver el resultado de 60 años de engaños y mentiras, y seguimos creyendo en eso con un bloqueo en la mente, y hay personas que aún defienden ese sistema», y «a pesar de todo, en el pueblo aún son obligados por los organismos e instituciones a participar en actos de repudio».
«Dentro de poco, esto se convertirá en un pueblo fantasma. Ya no queda nadie, y los pocos que quedamos moriremos pronto… triste realidad»; «en mi humilde opinión, si esto continúa así, quedará muy poca gente. La gente está cansada de pasar penurias, la juventud no tiene futuro y los líderes cada vez más obesos, sin preocuparse por el pueblo» y «qué tristeza, un lugar lleno de risas, música, actividades de todo tipo. ¡Qué frustración! ¡Qué dolor tan grande!», lamentaron los cubanos.