Un destacado diplomático cubano se reunió con funcionarios de Estados Unidos esta semana en Washington, pero según fuentes diplomáticas en ambos países, no se lograron avances significativos en la solicitud de Cuba de ser eliminada de la lista de países que apoyan el terrorismo.
Carlos Fernández de Cossio, vicecanciller de Cuba, mantuvo una reunión con dos altos funcionarios estadounidenses para América Latina: Brian Nichols, del Departamento de Estado, y Juan González, de la Casa Blanca.
Estas reuniones son poco comunes a este nivel de representación entre Estados Unidos y Cuba, a pesar de que ambas naciones mantienen un diálogo regular sobre cuestiones migratorias y contra el crimen internacional.
El expresidente estadounidense Donald Trump revirtió la política de apertura hacia Cuba iniciada por su predecesor, Barack Obama, y volvió a incluir a la isla comunista en la lista negra de países que apoyan el terrorismo, junto con Irán, Corea del Norte y Siria.
El presidente Joe Biden prometió revisar esta política cuando asumió el cargo en 2021, pero endureció su postura después de las manifestaciones antigubernamentales en Cuba en julio de ese mismo año.
La eliminación de Cuba de la lista negra ha sido una prioridad para La Habana, y el gobierno cubano lamenta la falta de voluntad política por parte de la administración Biden en este asunto.
Según un funcionario cubano no identificado, Cuba considera que no se han tomado medidas suficientes por parte de Estados Unidos en relación con su eliminación de la lista negra, especialmente en el período previo a las elecciones presidenciales estadounidenses de noviembre de 2024.
El portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, informó que el viceministro cubano se reunió con Nichols el lunes y que ambos funcionarios discutieron temas como derechos humanos, inmigración y otros de interés bilateral. Sin embargo, aún no se ha tomado una decisión sobre la eliminación de Cuba de la lista negra.
En marzo de este año, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, afirmó que Washington estaba lejos de avanzar en esa dirección y que Cuba no había tomado suficientes medidas al respecto.
Cabe recordar que en 1962, Estados Unidos impuso un embargo comercial y financiero a Cuba que sigue vigente hasta el día de hoy.