En pleno corazón de La Habana, una joven cubana vivió una experiencia aterradora cuando un asaltante, armado con un cuchillo, irrumpió en la feria de la calle Monte. La víctima, Dani González, quien se encuentra en su octavo mes de embarazo, compartió su angustiante relato en un grupo de madres en Facebook.
El relato de Dani González desgarró los corazones de quienes lo leyeron. Según su narración, la situación se tornó aún más escalofriante al descubrir que el ladrón tenía un cómplice esperándolo en una motocicleta a pocos metros de distancia.
En medio del caos, la joven experimentó un ataque de pánico, una reacción completamente comprensible dados los terribles sucesos que presenciaba. A pesar de su avanzado estado de embarazo, no dudó en poner distancia entre ella y la escena del crimen y se lanzó a correr por su vida.
A diferencia de las versiones iniciales que hablaban de un asalto con un arma de fuego, Dani aclaró que el asaltante llevaba consigo un cuchillo de grandes dimensiones. En sus propias palabras: «No fue con una pistola, fue con un súper cuchillo, y era un solo hombre, blanco, alto, fuerte y de ojos claros. Con el cuchillo, rompió la vitrina y amenazó al dueño de la joyería. En medio del forcejeo, una de las cadenas, la más valiosa, se rompió. A pesar de esto, logró hacerse con otras dos cadenas y emprendió una huida frenética por la calle Monte, sosteniendo el cuchillo en su mano, aparentemente dispuesto a cualquier cosa. En la segunda esquina, lo esperaba otro individuo en una moto sin matrícula».
La historia de Dani González conmueve profundamente, y su valentía en medio de tal adversidad es inspiradora. Ella misma compartió el impacto que este aterrador incidente tuvo en su salud emocional, afirmando: «Yo estaba presente en ese lugar en ese momento, entré en un ataque de pánico al ver esto, y lo único que se me ocurrió fue correr y cruzar la calle Monte sin mirar, arrojándome delante de los autos. Supongo que la presión del susto, estando embarazada de 8 meses, me subió. Llegué a pensar que daría a luz en plena calle».
Las redes sociales se llenaron de mensajes de apoyo y preocupación hacia Dani. Muchas madres le preguntaron sobre su estado de salud y le brindaron recomendaciones para controlar su presión arterial. Además, algunas cubanas compartieron sus temores sobre la creciente dificultad de la situación, especialmente durante la temporada de fin de año, y aconsejaron a las personas salir a la calle solo por necesidad.
La historia de Dani González es un recordatorio impactante de la inseguridad que enfrentan los ciudadanos en La Habana y de la valentía que puede surgir incluso en los momentos más aterradores.