En un sorprendente giro de los acontecimientos, activistas hackers conocidos como la «Resistencia Cibernética» lograron infiltrarse en la cuenta de correo electrónico personal de un destacado oficial ruso involucrado en el reclutamiento de ciudadanos cubanos para la participación en la invasión de Ucrania.
Los datos obtenidos han proporcionado una perspectiva sin precedentes sobre la forma en que Rusia opera su programa de contratación de mercenarios extranjeros en medio de este conflicto, al tiempo que revelaron la identidad del oficial ruso encargado de esta tarea en el Distrito Militar Occidental.
Un artículo reciente publicado en el medio digital The Intercept destapó que el Mayor Anton Valentinovich Perevozchikov tenía en su posesión 122 pasaportes escaneados de ciudadanos cubanos reclutados en las instalaciones del cuartel general de las Fuerzas Armadas rusas en la ciudad de Tula.
Estos contratos, aunque aún no ejecutados en su totalidad, ofrecen un vistazo a los incentivos que Rusia ofrece a los combatientes extranjeros. Entre estos incentivos, se incluye una promesa de un pago único en efectivo de 195,000 rublos (equivalentes a unos 2,000 dólares) para los cubanos que se unan a la «operación militar especial» en Ucrania. Además, se detallan pagos mensuales que varían según el rango, así como beneficios para familiares y cónyuges.
Hasta ahora, este tipo de acuerdos militares rusos destinados a ciudadanos extranjeros se habían mantenido en secreto, pero esta filtración ha puesto de manifiesto la amplitud de la operación.
El hackeo también reveló que al menos cinco ciudadanos cubanos ingresaron a Rusia a través de Bielorrusia, un aliado crucial de Moscú, el 1 de julio. Esto coincide con acuerdos y declaraciones públicas previas de altos funcionarios militares cubanos y bielorrusos sobre el entrenamiento de tropas cubanas en su territorio, hecho un mes antes de la llegada de estos ciudadanos a Rusia.
El seguimiento de estos individuos se facilitó gracias a sus actividades en redes sociales, donde algunos compartieron detalles de su viaje desde Cuba hasta Rusia y posaron en lugares dentro de la región de Tula, donde se sospecha que están siendo entrenados.
Según The Intercept, incluso se documentaron imágenes de estos ciudadanos cubanos junto a símbolos militares rusos, como el distintivo «Z» en los tanques.
Uno de los aspectos más destacados de esta filtración fue la falta de negación por parte del Mayor Anton Valentinovich Perevozchikov, quien respondió al mencionado medio con una declaración vigorosa, aunque llena de expletivos, denunciando a la OTAN y reafirmando la resolución de Rusia en la situación. Esto confirma su participación en el reclutamiento de cubanos para la guerra en Ucrania.
Un alto oficial de las Fuerzas Armadas de Ucrania, con conocimiento directo de los materiales pirateados, señaló que este reclutamiento de cubanos busca atraer voluntarios y evitar una nueva movilización obligatoria.
Desde el inicio de la invasión de Ucrania en 2022, el ejército ucraniano ha observado una limitada voluntad de ciudadanos extranjeros para luchar bajo el liderazgo ruso, especialmente después de los fracasos iniciales de Rusia en Kiev.
Estos voluntarios extranjeros parecen destinados a reforzar la percepción de apoyo internacional a Rusia en medio de la crisis, aunque también se sugiere que el factor económico desempeña un papel importante en su reclutamiento.
Según el alto oficial ucraniano, la diferencia de costos es significativa, ya que Rusia está obligada a proporcionar compensación adicional en caso de lesiones o muerte de sus ciudadanos, pero no está sujeta a las mismas obligaciones con respecto a los ciudadanos cubanos. Esto significa que los cubanos son considerados una opción más económica para el esfuerzo bélico.
Aunque Ucrania ha admitido contar con su propia Legión Internacional, compuesta por veteranos de la OTAN y voluntarios de todo el mundo, el presidente ruso Vladimir Putin ha mantenido en gran medida el silencio sobre el uso de combatientes extranjeros en su campaña militar. Esto contrasta con informes previos sobre la participación de mercenarios sirios y agentes iraníes en Ucrania en nombre de Rusia.
Estas revelaciones, basadas en material pirateado, sugieren que Putin y su maquinaria militar han hecho un esfuerzo sostenido por reclutar combatientes extranjeros para una guerra que ha causado un alto número de bajas en ambos lados.
A pesar de que el Kremlin ha acusado al gobierno ucraniano de contratar mercenarios extranjeros, esta filtración demuestra que Rusia también está involucrando a ciudadanos de sus propios países aliados en estas operaciones.
El régimen cubano ha emitido una declaración denunciando la existencia de una «red criminal de tráfico de personas» que lleva a cubanos a las fuerzas militares rusas para operaciones en Ucrania. Sin embargo, hasta el momento, no ha respondido a las solicitudes de comentarios sobre estos documentos pirateados.
En última instancia, estas revelaciones no solo arrojan luz sobre el reclutamiento de ciudadanos cubanos para la guerra en Ucrania, sino que también plantean cuestionamientos sobre las cambiantes alianzas geopolíticas entre Rusia y Cuba, dos países que han fortalecido sus relaciones desde el inicio de la invasión ucraniana.
Si bien la situación sigue siendo dinámica, estas revelaciones podrían tener un impacto significativo en la percepción internacional de la guerra en Ucrania y en sus implicaciones geopolíticas, según The Intercept, una revista digital que inicialmente ganó notoriedad por informar sobre los documentos secretos revelados por Edward Snowden.