La situación del Internet en Cuba ha sido un tema de constante preocupación y debate entre sus ciudadanos. El reconocido humorista cubano, Ulises Toirac, no es ajeno a esta problemática y ha alzado su voz para denunciar los desafíos que enfrenta la población cubana en cuanto al precio y la velocidad de Internet proporcionados por la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (ETECSA).
A través de sus plataformas de redes sociales, Toirac compartió sus experiencias personales con respecto a la conectividad en la isla caribeña. Se quejó amargamente de cómo, cada vez con mayor frecuencia, su conexión a Internet se veía interrumpida, incluso durante las denominadas «horas no pico». Parafraseando sus palabras, la conectividad en Cuba parece padecer una enfermedad crónica que requiere constantes intentos de «exorcismo» tecnológico, como alternar el «modo avión,» reiniciar los dispositivos y, en casos extremos, apagarlos y volver a encenderlos.
Toirac describió la situación de la conexión en la isla como comparable a un asmático luchando por respirar. La velocidad del Internet es irregular, con momentos en los que la conexión es tan lenta que apenas se puede cargar una página web. Esta problemática afecta a la mayoría de los usuarios en diferentes zonas de la ciudad.
Uno de los aspectos que más preocupa al humorista es el alto costo del servicio de Internet en Cuba en comparación con el resto del mundo. Según él, en su mayoría, estos costos son asumidos por los familiares y amigos de los cubanos que viven en el extranjero, aprovechando las esporádicas «ofertas» que, aunque existen, aún resultan costosas. La población local, que utiliza el dinero nacional, se ve obligada a pagar tarifas considerablemente elevadas sin el beneficio de estas ofertas promocionales.
Toirac también expresó su desconcierto ante la misteriosa variabilidad de la velocidad de Internet. Citó un ejemplo en el que su medidor de velocidad marcó sorprendentemente solo 179 kbps a las 4:30 de la mañana. Esta situación plantea interrogantes sobre la calidad de la infraestructura y la gestión de la red de ETECSA, ya que no puede atribuirse simplemente a la saturación de la red debido al elevado número de usuarios.
El humorista concluyó su denuncia exigiendo a ETECSA que cumpla con su parte del contrato. Argumentó que los usuarios pagan por el servicio y, en consecuencia, deben recibir una conexión de calidad. Toirac expresó su frustración ante la limitada capacidad de acción de los usuarios en Cuba debido a las restricciones legales. Si pudieran demandar a la empresa, lo harían sin dudarlo, describiendo la situación como un «robo a mano armada.»