A pesar de las celebraciones de las autoridades y los medios oficiales cubanos por el inicio del curso escolar el 4 de septiembre en toda la Isla, la crisis humanitaria y las prioridades de inversión del Gobierno han llevado a que no solo falten maestros y haya escuelas en pésimo estado, sino que los alumnos ni siquiera puedan contar con libros de texto para su uso individual.
Según Andrei Armas Bravo, director general de Educación en Sancti Spíritus, en esa provincia la falta de libros de estudio ha llevado a la necesidad de que dos alumnos compartan un libro para estudiar algunas asignaturas.
«En algunos niveles educativos, hemos implementado la medida de proporcionar un libro para dos estudiantes, dándole prioridad a aquellos que viven distantes, con el objetivo de avanzar en el proceso docente-educativo», explicó el funcionario al periódico oficial local Escambray.
Armas Bravo también señaló que, para este curso escolar, no se ha podido garantizar todos los cuadernos necesarios que antes proporcionaba el Ministerio de Educación. Además, mencionó que el sistema educativo no ha elaborado nuevos libros de texto en los últimos años debido a un próximo cambio en los materiales educativos debido a un «tercer perfeccionamiento educacional».
Esta situación contrasta con la propaganda oficial del régimen cubano, que recientemente publicó un artículo alarmado por el aumento del precio de los libros de texto en España y otros países europeos. Los comentarios de los cubanos en respuesta a esta propaganda reflejan la realidad de la falta de libros y materiales escolares en Cuba.
En relación con los uniformes escolares, también hay problemas debido a la falta de tejidos en el país, lo que ha llevado a la necesidad de adoptar soluciones alternativas. Algunas familias reciben uniformes desde Estados Unidos, enviados por familiares emigrados.
A pesar de estas dificultades, el gobierno cubano ha priorizado la inversión en el sector de servicios turísticos y empresariales en lugar de asignar fondos suficientes a la educación y otros sectores esenciales. Expertos y economistas señalan que esta inversión desproporcionada en el turismo es contradictoria, dado que Cuba ha tenido una tasa de ocupación hotelera baja en comparación con otros destinos del Caribe.