La ciudad de Guantánamo, en el oriente de Cuba, fue escenario de un lamentable episodio que involucró al destacado subcampeón paralímpico, Freddy Durruthy, quien denunció el robo de su salario mensual y documentos en la parada de 1ra Sur y Martí.
El atleta cubano, actualmente profesor de Cultura Física en la universidad local, compartió su desgarradora experiencia en un grupo de Facebook. Durruthy, visiblemente afectado, expresó su frustración y determinación de hacer justicia: “En la tarde de ayer un ciudadano inescrupuloso me robó mi cartera con todo mi salario del mes y mis tarjetas magnéticas y mis documentos legales en la piquera q está en 1ra Sur y Martí y Máximo Gómez.”
El subcampeón paralímpico no ocultó su enojo y advirtió al ladrón: “Mano, solo te digo que te vi la cara y te juro que cuando te vuelva a ver no sé qué pasará de aquí a un mes, 2 meses, 6 meses un año, yo te cojo y no quiero que entregues los documentos que ya estoy en trámites y las tarjetas ya las bloqueé.”
La comunidad y amigos de Freddy Durruthy lo respaldaron, instándolo a presentar una denuncia formal en lugar de tomar la justicia por su mano.
Este incidente no es un caso aislado, ya que la delincuencia se ha extendido en Cuba, afectando a diversas regiones del país. En particular, las provincias más desfavorecidas, como Guantánamo en el oriente cubano, se han visto especialmente afectadas por el aumento de la delincuencia.
A finales de agosto, las autoridades cubanas detuvieron a varias personas relacionadas con el robo de caldo de cerveza Bucanero en Guantánamo. En julio, la policía local arrestó a presuntos ladrones de televisores que habían robado equipos de una tienda de Moneda Libremente Convertible (MLC).
El robo con fuerza tuvo lugar en mayo en las tiendas TRD recaudadoras de divisas en Guantánamo, y las autoridades se tomaron más de un mes para resolver el caso, alegando un “rápido accionar y trabajo investigativo minucioso.”
Las imágenes impactantes que circularon en redes sociales en mayo mostraron cómo los ciudadanos detuvieron y golpearon a un supuesto ladrón que intentó robar una bicicleta en plena luz del día. Este incidente evidenció la creciente preocupación por la seguridad en Guantánamo y la falta de acción efectiva por parte de las autoridades para abordar el problema de la delincuencia.
La historia de Freddy Durruthy es un recordatorio sombrío de la inseguridad que afecta a muchas comunidades en Cuba y la importancia de abordar este desafío de manera eficaz. Los ciudadanos merecen vivir en un entorno seguro y protegido, donde la delincuencia no sea una amenaza constante. La seguridad y el bienestar de la población deben ser prioridades fundamentales en cualquier sociedad.
