Los empleados de la Dirección Municipal de la Vivienda en el municipio habanero del Cerro han expresado su descontento ante las cámaras del medio independiente CubaNet, protestando por el retraso en el pago de sus salarios correspondientes al mes de agosto.
Aunque estaba programado para la primera semana del mes, el pago de los sueldos de los trabajadores de esta oficina, considerada una “unidad presupuestada subordinada al Gobierno municipal y parte del Ministerio de la Construcción”, se retrasó significativamente.
El proceso de “bancarización” implementado por el gobierno cubano ha exacerbado la escasez de efectivo y la necesidad de la población de contar con dinero en efectivo para su subsistencia diaria, afectando principalmente a jubilados, pensionistas y trabajadores cuyos salarios se encuentran por debajo de los estándares internacionales para evitar la “pobreza extrema”.
Según informó el medio independiente, los trabajadores de la Dirección Municipal de Vivienda del Cerro recibieron un documento en agosto que detallaba sus datos y salarios, lo que les permitiría acudir a las oficinas del Banco Metropolitano para retirar su dinero, aunque en cantidades limitadas a 2,000 pesos cubanos por día.
Este proceso los obliga a enfrentarse repetidamente a las largas y tediosas colas que se forman frente a las sucursales bancarias, donde los cubanos ansiosos luchan contra las restricciones financieras que les impiden disponer libremente de sus salarios y ahorros.
Las cámaras de CubaNet se desplazaron hasta una de estas sucursales para documentar las interminables filas de cubanos que esperan ansiosos ser atendidos y retirar las cantidades limitadas de dinero de unos salarios que, debido a la inflación, la “bancarización” y las medidas del “ordenamiento económico”, han sufrido una constante devaluación.
A finales de agosto, se registraron protestas en un banco del país, donde numerosos cubanos se vieron incapaces de cobrar sus salarios. Algunos expresaron su frustración por la falta de dinero y la difícil situación económica, lo que ha llevado a la pérdida de confianza en el sistema bancario.
Una situación similar se vivió a finales de junio en Guantánamo, donde trabajadores y jubilados se encontraron en la misma situación al no poder acceder a sus fondos debido a la falta de efectivo en los cajeros automáticos.
Este problema no solo persiste, sino que se ha agravado en agosto, afectando a más de 6,200 trabajadores de esa provincia que no pudieron cobrar sus salarios debido a la falta de efectivo, con algunos acumulando varios meses de pagos pendientes.
En otras partes del país, la crisis se replica con cajeros automáticos sin dinero, sistemas digitales inoperables y locales comerciales mal informados sobre las diferentes formas de pago disponibles. Un ejemplo de esto se reportó en Baracoa, donde los residentes denunciaron largas esperas en las colas para cobrar sus salarios o pensiones debido a la escasez de efectivo en las sucursales bancarias.