El reconocido humorista cubano Ulises Toirac ha alzado su voz para denunciar públicamente la censura ejercida por el Ministerio de Cultura, que está presionando a los organizadores de espectáculos para que no lo contraten. Esta situación lo ha dejado en una posición complicada, ya que le impide trabajar y, por lo tanto, ganar dinero.
A través de su perfil en Facebook, Toirac compartió su frustración, explicando que en el último mes solo tenía programadas dos presentaciones, y en ambas ocasiones, el organismo ministerial les exigió a los responsables que cambiaran el elenco.
En sus propias palabras, Ulises relató: «En una de las situaciones, la solicitud fue explícita, ya que él era el único artista que formaba parte del espectáculo, además del organizador. En la otra ocasión, la exigencia fue más ambigua, pero quedaba claro que él era la figura principal del evento».
El humorista planteó preguntas directas al Ministerio y subrayó la importancia de su necesidad de trabajar para poder subsistir. En sus palabras: «Necesito comprender quién me incluyó en ‘la lista’ y cuáles son sus razones. Debe comprender que negarme la oportunidad de trabajar equivale a negarme el derecho a vivir. Por favor, comuníquese conmigo de forma privada. Esta vez, grabaré todo. No permitiré que se repita lo que sucedió la última vez, cuando se me prohibió registrar la situación, ¿de acuerdo?».
En la sección de comentarios, Ulises expresó, de manera suave pero firme, su descontento con la situación, señalando que lo que están haciendo no es honorable ni coherente con los principios revolucionarios ni con la integridad de las personas.
Numerosos cubanos, incluyendo colegas de profesión que también han enfrentado la censura del régimen, expresaron su solidaridad con el humorista. Uno de ellos, el actor Erdwin Fernández Collado, recordó cómo había comenzado su experiencia similar. El cineasta Juan Vilar expresó su apoyo y humorísticamente mencionó la posibilidad de hacer reír al régimen si uno actúa en inglés. La actriz Zelma Morales compartió su indignación con una expresión contundente.
La denuncia de Ulises Toirac ha desencadenado un debate sobre la libertad de expresión y la censura en Cuba, y ha generado un apoyo significativo por parte de sus colegas y seguidores.
