En un giro que ha generado controversia, el reconocido artista El Taiger ha anunciado su retorno a Cuba tras concluir su gira por Europa. En medio de un ambiente tenso y opiniones divididas, el cantante ha afirmado que continuará ofreciendo sus interpretaciones en su país natal, sin entrar en detalles ni justificaciones.
A través de una de sus habituales transmisiones en directo, el artista compartió su participación en el cierre del verano en Varadero, programado para el 31 de agosto. Según información de una página que divulga eventos en la Isla, El Taiger se presentará en el Hotel Cactus de Varadero, con un costo de 2500 CUP por entrada.
El exintegrante de Los 4, quien en algún momento expresó su deseo de conectar con el público cubano, parece alejarse cada vez más de esa aspiración, ya que su presentación en hoteles excluye a la mayoría de sus seguidores comunes. El precio de admisión para el concierto supera el salario mínimo de un trabajador medio en el sistema comunista.
Desde que visitó a su familia hace poco más de un año, El Taiger ha justificado su decisión de actuar en hoteles controlados por militares en un régimen que enfrenta críticas por su represión. Con una actitud indiferente ante las opiniones adversas, el artista ha expresado en sus redes sociales su falta de preocupación por las críticas.
“Yo no voy a dar tantas explicaciones sobre por qué canto y dónde lo hago. Canto porque me gusta y en Cuba porque es mi elección”, reafirmó el artista entre risas, destacando su determinación.
José Manuel Carvajal, quien ha sido objeto de críticas por su aparente falta de conexión con el sufrimiento de su pueblo, regresó a La Habana al comienzo de la semana. Desde el Hotel Packard Iberostar, compartió imágenes que generaron cierta controversia entre sus seguidores.
Cada vez que El Taiger ha regresado a Cuba, ha elegido hospedarse en el mismo lugar, un hotel administrado por la empresa Gaviota, subordinada a Gaesa, controlada por el ejército cubano, a pesar de ser propiedad de una compañía española.
Las declaraciones de El Taiger sobre su decisión de no dar explicaciones sobre su elección de cantar en Cuba se suman al contexto en el que Lenier Mesa justificó su participación en el Festival Cayo Santa María ante la comunidad en el exilio.
Si bien Lenier Mesa no actuó en el evento, ha sido criticado por su presencia en una actividad apoyada por los militares cubanos, lo que ha reforzado la percepción de que el régimen busca normalizar su situación a pesar de los desafíos económicos y políticos que enfrenta la población.
En un escenario donde miles de cubanos luchan por conseguir alimentos y medicinas, el contraste entre las presentaciones de artistas internacionales pagados por el gobierno y la difícil realidad cotidiana no pasa desapercibido. La voz y el rol de los artistas en medio de estos desafíos sigue siendo un tema candente en la conversación nacional e internacional.