Joven cubano que cruzó la frontera regresó a Cuba tras enfermar en Estados Unidos y ahora se arrepiente: “Me volví loco”

Redacción

Un joven cubano, quien ha optado por preservar su identidad en el anonimato, decidió retornar a la isla después de enfrentar problemas de salud, apenas meses después de su arribo a Estados Unidos a través de travesías fronterizas. En el presente, este joven se encuentra lamentando su elección y está en la búsqueda activa de una vía para regresar al suelo estadounidense, valiéndose de cualquier oportunidad que pueda surgir.

En su relato compartido con el periodista Mario J. Penton, narra que en agosto de 2022 cruzó las fronteras desde Nicaragua para llegar a Estados Unidos. Una vez en suelo estadounidense, procedió a solicitar asilo político y estableció su residencia en Texas. No obstante, en poco tiempo, su estado de salud comenzó a deteriorarse drásticamente: experimentó vómitos, fuertes dolores de cabeza, fiebre y una notable debilidad física que lo llevó a perder la capacidad de caminar y el interés por la comida. Llegó incluso a afirmar haber estado al borde de la muerte.

Según sus declaraciones, el joven fue diagnosticado con el virus “Herpes humano tipo C”, el cual afirma que afectó su cerebro, conduciéndolo a un estado cercano a la desorientación mental. En medio de su debilidad, presenció la acumulación de facturas médicas a raíz de sus visitas a profesionales de la salud en busca de un diagnóstico.

A medida que su salud empeoraba, sus amigos en Estados Unidos se encontraban en una situación delicada, ya que no podían abandonar sus empleos para atender sus necesidades. En un punto crítico, se consideró incluso la posibilidad de su internamiento en un hospital psiquiátrico. Finalmente, en colaboración con sus familiares en Cuba, tomaron la decisión de repatriarlo a la isla.

En su retorno a Cuba, el joven llegó en silla de ruedas y, una vez en su país natal, los médicos lograron un diagnóstico preciso, facilitando el tratamiento adecuado que le llevó a una completa recuperación con el tiempo. Enfatizó que su regreso a Cuba no fue producto de una elección consciente, sino más bien resultado de su incapacidad en ese momento para tomar decisiones sensatas debido a su deteriorado estado de salud.

En la actualidad, el joven está decidido a explorar oportunidades para regresar a Estados Unidos, ya sea a través de CBP One, el parole humanitario o cualquier otra vía disponible. Argumenta que cuenta con un conjunto de pruebas médicas, facturas y fotografías que respaldan su caso.

Desde su regreso a Cuba, ha experimentado dificultades para llevar una vida tranquila, ya que ha sido citado en varias ocasiones para responder interrogantes y ha enfrentado obstáculos en la búsqueda de empleo.

“Mi objetivo es volver a ingresar a Estados Unidos y presentar un caso sólido de asilo político”, concluyó.

Penton también conversó con una empleada de la empresa Las Madrinas de los Seguros, quien destacó que casos como este pueden derivarse de la desinformación, la falta de orientación adecuada y el miedo inculcado en Cuba respecto a las posibles consecuencias de enfermarse en Estados Unidos.

Este caso, según abogados consultados por el periodista, es considerado complejo y guarda ciertas similitudes con el caso de Guzmán, otro cubano que llegó a Estados Unidos con parole humanitario pero regresó a Cuba debido a una parálisis facial y al temor por los costos del sistema de salud estadounidense. En ambos casos, la falta de seguridad social y los elevados gastos médicos jugaron un papel crucial en la decisión de regresar a la isla.