Una pareja de cubanos que residía en el estado de Michigan perdió la vida el pasado fin de semana en un trágico accidente doméstico. Fallecieron debido a la inhalación de monóxido de carbono emitido por un generador eléctrico portátil.
Leo y Yelena, oriundos de la provincia de Holguín, llegaron a Estados Unidos en diciembre de 2021 con la aspiración de buscar nuevas oportunidades en este país. Trágicamente, después de un tornado que dejó a su vivienda sin electricidad, utilizaron un generador prestado para abastecer sus necesidades básicas. Sin embargo, este recurso se convirtió en una fuente mortal de monóxido de carbono.
Una campaña en la plataforma de recaudación GoFundMe, iniciada por Yuniar Romero Ramírez, la hermana de Yelena, detalló el trágico suceso y solicitó ayuda para cubrir los gastos funerarios de la pareja, así como para repatriar sus cuerpos a Cuba.
En el mensaje, se describió cómo Leo y Yelena tomaron prestado el generador en un momento de necesidad, a pesar de no estar familiarizados con su funcionamiento. Sin embargo, el 26 de agosto, día en que debían ir a trabajar temprano en la mañana, nunca llegaron a sus empleos. Amigos preocupados y su hijo Yerlandy los encontraron en su hogar, donde Leo había fallecido y Yelena fue hallada inconsciente. Aunque se realizó un esfuerzo por salvarla, ya era demasiado tarde.
Ambos perdieron la vida debido a una alta concentración de monóxido de carbono emitido por el generador. A pesar de la tragedia, su historia destaca su resiliencia y búsqueda de mejores oportunidades.
La noticia ha circulado ampliamente en redes sociales y en grupos de la comunidad cubana en Michigan, donde se han expresado condolencias por el triste desenlace de Leo y Yelena.
Si bien los generadores portátiles pueden ser útiles en situaciones de emergencia, también pueden ser peligrosos si no se usan correctamente. Emiten monóxido de carbono, un gas mortal. Las regulaciones para hacer estos generadores más seguros y reducir las emisiones han enfrentado obstáculos legislativos, lo que ha llevado a accidentes fatales y heridas graves en Estados Unidos, convirtiéndolos en un producto peligroso en el mercado.