En el trasfondo de la industria de la entrega de paquetes en Estados Unidos, una historia de determinación y ética laboral ha emergido recientemente. Un empleado cubano de FedEx se ha convertido en elogiado protagonista al responder de manera impactante a un joven repartidor de Amazon que se negó a subir un paquete pesado a un tercer piso.
A través de esta experiencia, se desata un debate sobre la responsabilidad y la ética en el ámbito del servicio al cliente.
En el vídeo que ha generado amplia controversia, capturado y compartido en la plataforma TikTok por el usuario @elyabo, se muestra al joven repartidor frente a un edificio de tres pisos. Con un tono visiblemente frustrado, el repartidor dejó un carrito de bebé junto a las escaleras, alegando que el calor y el peso del paquete lo eximían de subirlo.
Sin embargo, la respuesta a esta actitud complaciente vino en forma de Duniesky Aguiar, un empleado cubano de FedEx. Aguiar se convirtió en un ejemplo de compromiso laboral al cargar a sus hombros dos cajas, cada una de alrededor de 35 libras, y subirlas por las escaleras hasta un tercer piso.
Su determinación dejó claro que, cuando un cliente paga por un servicio, la responsabilidad de completarlo recae en el empleado, sin importar las dificultades.
El propio Aguiar compartió su perspectiva sobre la situación: «Cuando el cliente paga un servicio, el servicio tiene que ser completado por el driver o por quien sea. No le puedes coger miedo al trabajo». Su voz firme y su acción demostraron que el esfuerzo y la dedicación son elementos fundamentales en el ámbito laboral.
El vídeo también muestra cómo Aguiar encontró apoyo en una vecina que compartió su opinión y enfatizó la importancia de trabajar diligentemente en Estados Unidos. En sus propias palabras: «Cuando hay juventud no hay problemas […] tercer piso, esto no es un cuento, pura escalera para arriba y para abajo». Esta muestra de solidaridad vecinal resalta la valoración compartida del trabajo bien hecho.